Por Andrés Torterola
La declaración de alerta sanitaria en Uruguay debido a casos de gripe aviar en Argentina ha generado preocupación a nivel local. Esto se debe a que, días atrás, una publicación de CAMBIO evidenció la presencia de múltiples criaderos de aves dentro de la ciudad de Salto.
MEDIDAS
Para conocer más sobre los riesgos, CAMBIO consultó al Médico Veterinario Sebastián Fernández, del Policlínico Veterinario de la UDELAR. El profesional explicó que el principal riesgo de contagio proviene de las aves migratorias que puedan entrar en contacto con aves de patio o de criaderos, tanto a nivel domiciliario como en sistemas productivos. Señaló que el uso de mallas antipájaros y el cumplimiento de normas básicas de bioseguridad son las principales recomendaciones para prevenir la enfermedad.
RIESGO DE INGRESO
El profesional explicó que la posibilidad de contagio en humanos depende de la presencia de aves infectadas y del contacto directo con ellas, mencionando como ejemplo a los trabajadores del sector avícola. Señaló que el principal riesgo de ingreso al país proviene de las aves migratorias, aunque también existe una menor probabilidad de introducción a través del contrabando de animales. «Básicamente, el principal riesgo está en las aves migratorias y en la falta de cumplimiento de las normas de bioseguridad. En general, los focos de influenza aviar deben ser transportados por algún medio, ya que la transmisión por aerosol ocurre a distancias muy cortas. Sin embargo, una persona que trabaja en un criadero de aves puede llevar el virus a su hogar o trasladarlo a otro establecimiento, especialmente a través del material particulado, como polvo, barro, ruedas de vehículos y otros elementos.»
MEDIDAS
Para reducir el riesgo de ingreso del virus en lo que tiene que ver a aves domésticas se deben mantenerlas en gallineros protegidos, asegurando que agua y alimento no estén expuestos a aves silvestres.
-Mantener la limpieza y evitar la acumulación de materia fecal. En establecimientos avícolas la sugerencia es reforzar las medidas de bioseguridad: verificar el estado de mallas antipájaros, portones y cortinas para evitar el ingreso de aves.
-Controlar la presencia de roedores e insectos que puedan transmitir el virus.
-Implementar cambios de ropa y calzado al ingresar a los galpones.
-Mantener en condiciones óptimas los desinfectantes de filtros sanitarios, alfombras y arcos sanitarios.
-Restringir el ingreso de personas y vehículos innecesarios a los establecimientos.
-Prohibir que los trabajadores avícolas tengan contacto con otras aves o visiten lugares con presencia de aves acuáticas (tajamares, humedales). Monitorear la mortalidad diaria normal de las aves del establecimiento y notificar inmediatamente cualquier aumento inusual.
