
Wilson Cardozo es el nombre del éxito a nivel de selecciones juveniles de la Liga Salteña de Fútbol. Este año el DT obtuvo su cuarto título de OFI con la sub 18, llevando a Salto a ser el máximo ganador de la historia junto con Paysandú.
-Es de imaginar merecidos festejos.
-Tuvimos varios festejos, con asados, en eso estuvimos bien organizados. Alguno fue del grupo de allegados, de padres y otro de la Liga. Después del partido tuvimos los festejos normales, hicimos la caravana y volvimos, porque después también teníamos una cena juntos en el estadio y así terminamos, por lo menos ese día.
-¿Cuáles fueron las claves para que esta selección lograra el título?
-Fuimos creciendo en el campeonato. Pero pasaron cosas, como perder los puntos por una protesta y dar vuelta la historia, que hizo madurar a los gurises, los ayudó muchísimo a crecer.
-Había pasado también en 2020 contra Colonia. ¿Es como tu amuleto?
-Yo no manejo los papeles, ja. Pero sí, fue muy parecido. Aquel lo ganamos 4-0 a los 95′ y en este hicimos el tercero a los 26′ del segundo tiempo. Creo que a partir de ahí jugamos muy apurados, porque sino creo que hubiéramos hecho algún gol más.
-Dio la sensación que la primera rueda fue más difícil que el resto. ¿Fue así?
-Es que con este sistema de disputa podés quedar eliminado de entrada, o en semifinales del Litoral Norte. Es un crimen jugar así, porque jugás menos y tenés más chance de quedar afuera. Los equipos son bravos de verdad acá y jugamos una sola rueda. Está el modismo de jugar cada vez menos, como acá en Salto, cuando lo que más precisan los juveniles es justamente jugar más.
-Igual, Salto está definiendo en todas las categorías, en selecciones, en clubes…
-Nosotros tenemos una logística bastante buena que nos permite ir un paso adelante. He tenido contacto con otros departamentos y están lejos en ese sentido, aunque nosotros no estamos tan bien como estábamos antes.
-También hay que darle mérito al técnico, que por algo ha ganado cuatro títulos. ¿Cómo se llega a eso?
-Se van dando. Cada vez que arrancás un campeonato es para llegar lo más lejos posible. Nosotros ya tenemos una base de cuerpo técnico. Arrancamos en diciembre, haciendo mucho trabajo de doble horario. Nos preparamos para jugar los 16 partidos, después se da o no, sabiendo que el equipo como tal va a ir creciendo. Cuanto más rápido la idea se entienda mejor van a salir los partidos en la primera fase. Sino le iremos buscando la vuelta, pero con una buena base física. También hay que inculcar que este es un torneo distinto al que juegan en el año.
-¿Más difícil?
-Mucho más difícil y totalmente diferente. Estamos acostumbrados a otra cosa, pero llegamos a este campeonatos y los jueces son distintos, los equipos y la competencia es entre muchos, no entre cuatro favoritos.
-¿Hay lugares donde el ambiente es hostil en juveniles?
-No, en juveniles generalmente no. A medida que avanza el torneo sí se generan algunos roces, más que nada por las redes; algunas chispas que uno va previendo. Más que nada a esta edad hay que promover la buena relación, si capaz en unos meses comparten club en Montevideo. Hay algún lugar específico; hemos tenido algún problema grande en Florida, en sub 15 y sub 18, Mercedes también es algo complicado. Pero más que nada son padres, porque dentro de la cancha es bastante normal.
-Volviendo al fútbol: ¿en qué se basa esta apuesta que termina siendo exitosa?
-Mucho trabajo y transmitir confianza a los chiquilines. Y hay otra cosa, que es simplificar lo más posible el fútbol. El arte de esto es simplificar el juego; todos en el cuerpo técnico comulgamos en eso. Cuanto más simple, más efectivo. Y apuntar a la formación integral de los gurises, que hagan bien las cosas básicas, que son cuatro o cinco. Si lográs hacerlas bien después solo tendrás que perfeccionarlas y vas a estar cerca de lograr objetivos personales primero y grupales después. El equipo se va a ver beneficiado.
-Todo equipo que gana destaca «el grupo», pero grupos se arman en todos los equipos y solo gana uno.
-Pero es que es así, para mí es así. Y sobre todo este grupo fue muy bueno, lo veías en las charlas. Ellos se pusieron las cosas al hombro, pusieron el pecho cuando tuvieron que hacerlo y después se vio, que ya no eran cada uno el que juega en su club sino eran uno solo, e iba a ser dificilísimo que los voltearan.
-¿La elección de los jugadores qué escalón de importancia ocupa?
-Es importante también. Al que le gusta, sigue el fútbol durante el año y conoce. En este caso, como habíamos sido campeones e íbamos a estar al año siguiente, seguimos bastante la actividad local. Después hicimos un selectivo en noviembre, por si se nos había ‘escapado’ alguno. Y bueno, la elección final, con dos jugadores por puesto, sin sobrecargar. También tener en cuenta la conducta, con la que no hemos tenido problemas.
-¿Luego de haber ganado cuatro títulos juveniles hay alguna aspiración más grande?
-Las cosas se van dando y lo que me toca trato de hacerlo bien, ya sea en un club o la selección.
-¿Hay algo para mejorar en selecciones?
-Hay cosas para corregir. Si queremos seguir estando a la altura en OFI, acompañando el potencial deportivo que se demuestra a nivel de selecciones y clubes, no hay que perder cosas en la logística. Además tenemos que seguir en contacto, trabajando, actualizándonos. Por ejemplo, este año hicimos mucho video-análisis, hay que seguir en esa senda. Pero por supuesto, hay que hablar con los dirigentes para corregir algunas cosas. Si se da la oportunidad vamos a ir por el quinto (título).