Por Andrés Torterola
Adquirir un vapeador electrónico en la ciudad de Salto es una tarea sumamente sencilla en la actualidad. A pesar de que existen normativas en Uruguay, que indican que la venta de cigarrillos electrónicos (vapeadores) está prohibida. Esta prohibición se establece a través del Decreto N° 534/009, modificado por el Decreto N° 299/017, que prohíbe la comercialización, importación, registro como marca o patente y publicidad de cualquier dispositivo electrónico para fumar, incluyendo los cigarrillos electrónicos. Además, el Decreto N° 87/021 define estos dispositivos como aquellos que vaporizan soluciones líquidas para inhalación, incluyendo aquellos que contienen nicotina, y también prohíbe la venta de dispositivos que calientan tabaco seco.
COMERCIO ILEGAL
Su presencia en el mercado local continúa siendo evidente y creciente. Basta con realizar una rápida búsqueda en redes sociales como Instagram, Facebook o incluso WhatsApp para encontrar múltiples ofertas, catálogos digitales y páginas dedicadas exclusivamente a la comercialización de vapeadores, líquidos saborizados y accesorios relacionados. CAMBIO dialogó con uno de los vendedores e importadores de vapeadores en Salto, quien explicó que, si bien cuenta con una página en la que se ofrecen estos productos, actualmente no están realizando ventas debido a la legislación vigente y a las dificultades para importar los dispositivos y sus insumos. Sin embargo, reconoció que muchas personas continúan comercializándolos de manera informal, aprovechando la alta demanda y la escasa fiscalización.
A PESAR DE ADVERTENCIAS
Antonio comentó que adquirió su vapeador a través de un amigo, quien lo compró en un comercio local, mientras que Macarena relató que lo recibió como regalo. A pesar de ello, ambos coincidieron en que mantener el hábito no es económico. En particular, Macarena señaló que el saborizador, un insumo esencial para el funcionamiento del dispositivo, tiene un costo aproximado de $1.600 pesos uruguayos, lo que representa un gasto significativo si se considera su uso frecuente. Estas experiencias reflejan que, a pesar de las restricciones legales y las advertencias sobre los posibles riesgos para la salud, el uso de vapeadores continúa extendiéndose entre los salteños, quienes acceden a ellos con relativa facilidad a través de contactos personales, redes sociales o en algunas de las ferias de Salto.
