martes 23 de abril, 2024
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Confirman nuevos registros de pumas en montes de Salto y Artigas cuyos reportes aumentaron en los últimos años

Por Daniel Spinelli.
La presencia en el país del puma (Puma concolor), el felino de mayor porte del Uruguay, fue discutida durante mucho tiempo, pero registros documentados de los últimos años muestran que no solo no está extinto sino que es posible que esté reapareciendo lentamente.
Tres nuevos avistamientos de puma en el norte de Uruguay (Artigas y Salto) van en línea con esta tendencia y de trabajos que se han realizando en Uruguay. En marzo de 2019, Toribio Costa recorría su establecimiento en una localidad de Salto cuando tuvo un encuentro con un puma adulto. El animal perseguido por los perros se subió a un árbol y Costa tomó una fotografía empleando su teléfono celular. Posteriormente, a unos 20 kilómetros del avistamiento registró una huella del felino junto al arroyo Mataojo Grande, próximo a los restos de una nutria (Myocastor coypus) que entienden podría haber sido presa del puma. Si bien la especie se encuentra protegida por la normativa vigente en Uruguay, por tratarse de un carnívoro de gran porte que puede incluir en su dieta ganado doméstico y por ende bajo potencial presión cinegética, deberían instrumentarse medidas eficaces para su conservación.
CARACTERÍSTICAS
Los pumas son felinos esbeltos y ágiles. La talla adulta de pie es de alrededor de 60 a 80 cm de altura en los hombros. La longitud de los machos adultos es de alrededor de 2,4 m de largo de la nariz a la cola, aunque en general oscila entre 1,5 y 2,75 metros. Los machos tienen un peso promedio de entre 53 a 72 kg. En casos raros, algunos pueden llegar a pesar más de 120 kg. El peso promedio de las hembras está entre 34 y 48 kg. La cabeza del puma es redonda y las orejas están erguidas. Posee poderosas patas delanteras, cuello, mandíbula y colmillos que le sirven para atrapar y matar grandes presas. Tiene cinco garras retráctiles en las patas delanteras, útiles para aferrarse a la presa, y cuatro de las patas posteriores. Puede ser tan grande como el jaguar, pero menos musculoso y poderoso. Donde las distribuciones se superponen, el número de pumas tiende a ser inferior a la media. El puma, en promedio, es más pesado que el leopardo. A pesar de su tamaño, no es normalmente clasificado entre los grandes felinos porque no puede rugir, ya que carecen de la laringe especializada y el hueso hioides del jaguar.
SU SIMILITUD CON EL YAGUARUNDÍ
En el 2016 se registró por primera vez la presencia de un yaguarundí (Puma yagouaroundi) en el país, gracias a cámaras trampa. Hasta ese año, las especies de felinos registradas eran el jaguar (extinto desde principios del siglo XX), el puma, el ocelote (hay un solo registro), el gato montés (común en nuestras tierras), el margay (especie amenazada que está apareciendo cada vez con más frecuencia), y el gato de pajonal (poco común). El yaguarundí es un felino mediano (aproximadamente cinco kilos de peso), cuya distribución abarca desde México hasta la provincia argentina de Río Negro, y que en Uruguay había sido excluido de los listados de fauna por falta de registros formales. Es el más emparentado filogenéticamente con el puma entre los felinos «chicos» y se diferencia de ellos en que no tiene manchas.
ATAQUES EXTRAÑOS A GANADO
CAMBIO entrevistó al Naturalista y especialista en conservación de la naturaleza y zoológicos – Juan Sebastián Villalba Macías – recabando información sobre los motivos por los cuales los avistamientos de pumas comenzaron a ser más frecuentes en distintos departamentos del país. Los ataques extraños que se han descubierto a ganado ovino, dan cuenta que se trata de la presencia de pumas. Villalba aclaró que las últimas informaciones dan como confirmado un avistamiento de un puma negro en Minas, que es totalmente falso. “Es un gato montés melánico, se llama melánico por un exceso de melanina que le produce el color negro, pero pumas negro no se han detectado nunca en ninguna parte de toda América”, dijo. “Comparando el tamaño de la vegetación y arbustos se puede fácilmente percibir que no es un puma, tengo 47 años de trabajo en conservación y he vistos pumas un muchas partes del mundo, tengo noción de cómo se ve un puma en la naturaleza” dijo.
CAUSAS DE AVISTAMIENTOS
Villalba dijo que el puma sobrevive en Uruguay pero en un número mínimo de registros, hay una probabilidad de que aumente progresivamente porque la población de pumas en Brasil está aumentando y utilizan los bosques como corredores, desde Río Grande del Sur pueden venir a Uruguay a través de estos corredores biológicos. “Debe de haber otra razón más, evidentemente algo se está produciendo porque hay aumento de otras especies como el Tamandua, comúnmente conocido como oso hormiguero, también tucanes, algo está ocurriendo, quizás en los ecosistemas y hace posible el desplazamiento de especies de fauna que antes eran raros verlos en Uruguay” agregó.
RECUPERAR TERRITORIO PERDIDO
El naturalista afirmó que va a seguir aumentando el número de pumas en Uruguay en los próximos años recuperando parte de su territorio perdido ya que anteriormente el puma era una especie relativamente común hasta el siglo 19, antes de comenzar un proceso de disminución. En la medida que crezca la presencia del puma habrá que estudiar medidas alternativas como ocurre en otros países donde cuando está comprobado que hubo un perjuicio en actividades ganaderas, el Estado recompensa por las pérdidas producidas a productores ganaderos, por ejemplo en África con los leones, India o Siberia con los tigres. “El profesional que vaya a ser la inspección deberá estar capacitado para reconocer si las heridas que tiene el ganado corresponden a un puma o no, esto que nosotros que trabajamos en conservación nos puede alegrar recuperar una especie de estas características a otros les puede preocupar” dijo Villalba.
PELIGROS
En cuanto a los peligros que el puma puede generar al hombre, Villalba dijo que este animal no tiene la agresividad como una característica propia, son escasos los registros de ataques a humanos. Si el animal puede correr peligro de ser asesinado en caso de tomar como presa al ganado, sobre todo ovejas y terneros entrando en conflicto con los propietarios que generalmente optan por eliminarlo en caso de encontrarlo y evitar más pérdidas.