“Enseñar a volar, es dejar una huella en la vida de una persona y tocar el alma de alguien para siempre”
Por Melisa Ferradini
Martín Da Costa Porto, nació y vive en Salto. Está casado con Leonarda y tiene una hija Paula.
Toda su vida vivió en Salto, desarrolló sus estudios y carrera aquí y considera que Salto es su lugar en el mundo.Trabaja y vive de su pasión que es la aviación. Hace 32 años que es Piloto de aviones, tiene algo más de 11 mil horas de vuelo, y lo mejor de todo es que se describe como feliz.
En esta entrevista quisimos plasmar la pasión que nos transmitió así como otras curiosidades de su día a día enseñando a volar.
-¿Cómo fue el proceso porque se decidió a elegir esta profesión?
-Tuve la suerte de tener la vocación definida desde chico. Un día hice un vuelo de bautismo en Termas del Arapey, y lo que pasó es que simplemente potenció mis ganas de volar. Todos mis juguetes aunque fueran autos o tractores “volaban”.Teníamos con mi hermano Jorge, un avión de lata a pedal y ese era mi juguete favorito. Siempre me apasionó y me atrajo el vuelo y los aviones.
-¿Qué se siente ser Instructor de vuelo, enseñar a volar?
-Ser instructor es una actividad muy gratificante, es desafiante y sobre todo conlleva muchas responsabilidades. Con mis alumnos termino siendo amigo, y esa es una de las cosas que no cambiaría jamás en mi vida. Es mágico ver que alguien que en su primer vuelo no puede alinear el avión con en la pista, y al cabo de unas horas de vuelo hace su primer vuelo solo. Enseñar a volar, es dejar una huella en la vida de una persona, y tocar el alma de alguien para siempre.
-¿Por qué recomendaría a alguien ser piloto?
-Dice el famoso escritor y piloto Richard Bach, “volar es como amar, no se puede describir con palabras. Hay que vivirlo o contentarse con mirar” y yo creo que tiene mucha razón. Lo que si te puedo decir es que al menos hay que volar una vez en la vida. Hablando desapasionadamente del tema, cosa que me cuesta mucho.
-¿Qué sintió la primera vez que piloteó un avión?
-La aviación me ha dado grandes satisfacciones. La primera vez que tuve un avión en mis manos, literalmente me hizo soñar todas las noches durante una semana. Fue algo mágico.
El primer vuelo solo lo hice el 27 de enero de 1987 y me marcó como Piloto. Tener el coraje de irte al aire sin tu Instructor es algo impactante.
-¿Qué es lo más difícil o peligroso: el aterrizaje o el despegue?
-Los peligros en aviación pasan por otras cosas. Lo que les enseño a mis alumnos es que el aterrizaje es la maniobra más difícil en el curso de piloto. Igualmente siempre la aviación te desafía. Algunas veces he tenido miedo, algunas veces me he preguntado ¿qué hago acá?, y me he salvado de algunas emergencias. Pero la aviación es una actividad muy segura, si se hace con responsabilidad.
-¿Cuál fue su mejor vuelo?
-No tengo uno que considere el mejor. El vuelo más felíz fue cuando saqué a volar a mí hija por primera vez. El segundo vuelo que marcó mi vida, fue cuando trasladé en un vuelo sanitario a un bebé en una incubadora a Montevideo, cuando llegamos y su madre me abrazó sentí que había hecho el vuelo de mí vida.
-¿Qué le diría a sus alumnos, que consejos o advertencias les daría?
-Que siempre hay que perseguir los sueños, siempre encontraremos a alguien que te diga, ¿volar? estás loco, eso es carísimo, no hay futuro, hay que estudiar mucho. Hay que desafiar a nuestros temores a hacer lo máximo que puedan y luego enfrentarlos. La vida da vueltas y hay que estar preparado para cuando las oportunidades lleguen. Y seguro llegarán.
-¿Qué reflexión le dejan estos 32 años como piloto?
-La vida se construye de momentos y lamentablemente cuando uno tiene que tomar decisiones importantes para su vida, no tiene todos los elementos. Si me dieran a elegir, sin duda elegiría ser piloto nuevamente. A los afortunados como yo, la vida nos da la posibilidad de hacer lo que amamos y vivir de ello. Siempre animo a los jóvenes a que busquen un mentor, yo intento ser mentor de algunos. También que escuchen a la gente con experiencia. Y que hay muchas cosas que no se compran con dinero. No todo es el dinero en la vida. La aviación moldeó mi vida, gran parte de lo que soy como persona es producto de la aviación. La aviación lo es todo para mí, no concibo mi vida sin volar.