RESONANCIAS DE NAVIDAD
Por Padre Martín Ponce de León
Hace 2000 años……….. ¿Dónde nació Jesús?
¿En una cueva? ¿En un pesebre?
Fuese donde fuese, los evangelios nos dicen que los hombres no tenían lugar para él.
En un pesebre………… era el espacio destinado a los animales.
Era el lugar de los animales y no el de un niño recién nacido.
Era el último lugar de una casa donde podría encontrarse a un niño cubierto de parto.
En una cueva………… era el lugar de animales, bandidos o marginados.
Era el lugar donde la oscuridad se mezclaba con la soledad.
Era el lugar donde la pobreza se entrelazaba con la humead y el frío.
Entre los animales debajo del espacio para los dueños de la casa.
Entre los animales habitantes de las cuevas.
Los hombres no tenían lugar para él.
Hace 2000 años………. nacía lejos de lo adecuado para un niño frágil y pequeño porque reciente de parto.
Nacía y su presencia no era tenida en cuenta por sus contemporáneos.
Nacía para que su luz se diluyera entre las sombras.
Nacía para que su ternura se mezclase con lo inhóspito de la soledad.
Nacía para que su fragilidad se confundiese con las primeras durezas de la vida.
Nacía para transformar la humanidad.
Nacía para prolongarse en nuestra historia.
Nacía en lo indigno e impropio.
Por ello nace hoy en nuestros brazos.
Dios deposita en nuestro hoy su gran sacramento de cercanía, ternura y confianza.
Para ello, como ayer, cuenta con lo indigno e impropio de cada uno de nosotros.
Sin duda no somos el mejor lugar posible pero………. allí está irrumpiendo hoy.
Nuestros brazos no son los más adecuados brazos para recibirle pero……
Navidad es una reiterada iniciativa de Dios.
Navidad es un continuado gesto de confianza de Dios para con cada uno de nosotros.
Navidad es un canto de amor que Dios entona por cada uno de nosotros.
Navidad es el niño recién nacido en nuestros brazos.
Nuestros brazos, nuestro actuar cotidiano, se llenan de parto.
Nuestros brazos, nuestras acciones diarias, se colman del fruto del vientre materno de María.
Nuestros brazos, lo que somos, se desbordan de dicha conteniendo al niño recién nacido.
Navidad son nuestros brazos colmados por la acción liberadora de Dios.
Navidad no es un recuerdo que se diluye en el ayer.
Navidad no es una mirada que se pierde en el pasado.
Navidad es el hoy que se hace compromiso y se conmueve de futuro.
Navidad es el hoy que se llena del amor de Dios.
Allí en el medio de todo ese amor………… nuestros brazos.
Nuestros brazos brindando a Jesús.
Nuestros brazos cobijando a Jesús.
Nuestros brazos acunando a Jesús.
Nuestros brazos que, por iniciativa de Dios, se vuelven María de parto.
Nuestros brazos……… que están inquietos de búsquedas.
Nuestros brazos……… que intentan ser mejores.
Nuestros brazos……… que se comprometen con valores.
Nuestros brazos……… que no logran ser plenamente coherentes.
Nuestros brazos……… que desean hacer algo más.
Nuestros brazos……… que son lo que somos.
Nuestros brazos y navidad que irrumpe.
Nuestros brazos y un niño para brindar.
Nuestros brazos y un compromiso con la vida.
Nuestros brazos y………… aún se prolonga el deseo de felicidad para todos