Tu paz
Por el Padre Martín Ponce De León
No me resulta fácil explicar el sentido de tu paz.
Es una compleja mezcla de actitudes.
Quizás lo difícil es realizar tal mezcla y lograr vivirla.
Quizás uno está acostumbrado a cosas mucho más simples.
En oportunidades tus respuestas no coinciden exactamente con la pregunta que se te ha formulado y uno está tentado de pensar que respondías lo que te interesaba.
Pero cuando uno intenta explicar el sentido de tu paz descubre que eras complejo en tu forma de pensar.
No eras una persona a la que se podría tildar de «simplón».
¿Sabes? Ello me agrada.
Ello obliga a no conformarse con posturas fáciles para intentar vivirte o comprenderte.
Eres todo un desafío.
Un hermoso y gratificante desafío.
Tu paz no es «ausencia de……….» Y, mucho menos, «brazos cruzados».
Tu paz es cruz y búsquedas.
Tu paz es renuncias y entrega.
Lejos está tu propuesta de sacarnos de todo aquello que nos puede incomodar.
Nos haces convivir con ello.
Problemas, tensiones, dolor, inquietud y errores.
Todo ello forma parte de nuestra vida y de tu paz.
No nos haces aceptar las cosas con pasividad o resignación.
Muchas veces, muchísimas veces, necesario se hace el empeño comprometido para revertir situaciones.
Tu paz está íntimamente unida a nuestra libertad.
Son reiteradas las oportunidades en que nos vemos salpicados por la injusticia como veces en que somos hacedores de la misma.
Por ello es que muchísimas veces debemos asumirnos la constatación nada grata de que lo que censuramos o criticamos también nosotros lo hacemos.
Ello sí que es parte de nuestra cruz de cada día.
Ante ello, pese a ello y desde ello: tu paz.
Es aceptar lo que somos pero nunca conformarnos con lo que hemos logrado.
Siempre podemos ser mejores.
Por ello tu paz tiene esa mezcla de cruz y búsqueda.
Es algo que no deseas que parta ni de la angustia por mejorar ni de la vergüenza por lo que somos. Debe partir de la experiencia intransferible de sabernos amados por Dios.
Un amor que nos acepta y nos ayuda, en la medida que lo dispongamos, a ser mejores.
Cruz y búsqueda mezcladas con el amor de Dios.
Pero, también, es renuncia.
Siempre podemos y debemos renunciar a algo nuestro para que lo tuyo sea.
No es una pérdida de identidad sino todo lo contrario.
Ser plenamente nosotros en la medida en que plenamente Tú.
Para ello se hace necesaria la entrega.
Cuanto más nos entreguemos a los demás, brindándoles lo mejor de lo que somos, más espacio para ti habrá en nosotros.
Y esto es sinónimo de complicarnos la vida.
Esto es sinónimo de implicarnos con la historia, comprometernos con ella para jugarnos por lo tuyo.
Es así como veo que tu paz está muy lejos de «ausencia de……» y mucho más lejos de «brazos cruzados».
Tu paz proviene de ese intentar hacer lo que Dios espera de cada uno.
De ser constructores, en la medida de nuestras posibilidades, de un mundo más humano que siempre es con más Reinado de Dios.
Tu paz está en dejarnos complicar la vida para que lo tuyo sea entre todos.
Tu paz está en sabernos instrumentos del Reinado de Dios y dejarlo actuar desde nosotros.
Es saber que, aún, no hemos llegado y podemos muchísimo más.
¿No he sido claro, verdad? Esto ha sido tan complejo como complejo es explicar el sentido de tu paz.