viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

Mirar hacia el costado

Gerardo Ponce de León
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Gerardo Ponce de León

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Por Gerardo Ponce De León
Frente a una contestación que se recibió cuando se planeó un problema me llevó a pensar de que priorizamos primero que nada nuestra posición sin tener en cuenta a los demás. Se ubica lo que hacemos, sin darnos cuenta que nuestra actitud, nuestra obligación, es la que permite solucionar muchos problemas iguales, peores o más urgentes que los nuestros. Pero dentro del ser humano, existe el egoísmo y sin darnos cuenta mana, con gran fuerza y se hace muy fuerte, dentro de uno.
Esta actitud no me permite ver o mirar hacia nuestro costado y ver que, tenemos que dar gracias a Dios, que podemos solucionar los problemas y otros, sufren lo mismo que nosotros, pero no tienen la capacidad de solucionar, ya que carecen de el poder económico, como para poner nuevo o dejar a nuevo, la ruptura. Doy a ir a un ejemplo: los muchachos que trabajan en la empresa, sufren, al igual que nosotros el estado de los caminos rurales, que dicho sea de paso, son los grandes olvidados de nuestro intendente; pretender que los arregles es una gran ironía, ya que es incapaz de arreglar 19 kilómetros que conducen a la producción sin chimenea como es el turismo (entrada a las Termas del Arapey) del cual no me voy a referir, ya que les he escrito, más de una vez sobre el mismo, teniendo que pagar para poder entrar al centro turístico; ellos remiendan, nosotros arreglamos.
Si es muy cierto que pagamos por tener y en lugar de quejarnos, tenemos que dar gracias a Dios que tenemos y podemos pagar cuando muchos de nuestra gente no pueden pagar ni las patentes ya que les implica, junto con el pago de la misma, el seguro. Todos los que hacemos usufructo y pagamos, tenemos el derecho de exigir el arreglo de las calles y los caminos. Sería muy lindo poder cobrarle a la Intendencia las rupturas que provocan los baches o las piedras, pero si nos ponemos a pensar, somos nosotros mismos los que nos pagamos dichos arreglos. Pero no puedo dejar de reconocer que me mucha rabia, ver pasar a los autos del Estado, como pelotazo, sobre estos caminos. Esos arreglos de esos vehículos van por nuestra cuenta.
No hace mucho tiempo que un camión, vino a llevar una carga, sin querer usó el camino del Buey Negro (como se llama en la zona, une las Termas con Col. Lavalleja) Son 32 kilómetros y puso casi 3 horas y antes de cargar se tuvo que poner y arreglar tablas del piso de arriba, ya que había caído y roto. Sabemos que estamos en una zona de pocas estancias o empresas, pero si es el camino (cada vez menos usado) que une Artigas, Quaraí, Rivera y Livramento con las Termas. De la ruta 4 a las Termas son 60 kilómetros.
Disculpen que los aburra con este camino, sé que no es el único que presenta problemas, pero es el que conozco y por lo tanto puedo escribir sobre él. Los que más saben y lo sufren son las empresas de transporte (ómnibus o camiones) y se tendría que hablar con ellos para que cuenten. No tengo ningún problema de reconocer mi error si lo hay.
Para terminar, creo que tenemos que mirar hacia nuestro costado, ver si somos los únicos que padecemos del estado de los caminos y otro sacrificio, pensando en nuestra gente, no vale la pena hacerlo. Ellos son los que mantienen a la empresa junto con nosotros. Personalmente vale la pena hacer otro sacrificio, que va redituar en nuestro beneficio, directa o indirectamente. Como dice Jorge Cafrune: “No sabe acaso el patrón que por su peón tiene estancia”.