sábado 20 de abril, 2024
  • 8 am

“El Kung Fu es un arte donde se evita pelear, es una disciplina que unen cuerpo, mente y espíritu”

Por Melisa Ferradini.
Ricardo Villarreal Maestro de Kung- Fu. Tiene 65 años. Se crio en barrio Parque cerca de Plaza de Deportes junto a sus padres Walter y Margarita y sus nueve hermanos. Concurrió a la Escuela No. 2. El primer trabajo que llevo a cabo fue junto al maestro Cirio Sosa. Actualmente dirige la Escuela LU- THAO que está ubicada en calle Artigas 1755 hace más de 20 años. Tiene 3 hijos; Moisés de 40 años, David de 39 y Jonathan de 35 y 5 nietos; Tomas, Candelaria, Constanza, Joshua y Charlie. Por su parte Moisés ha formado su familia junto a Carolina Moreira Castro y tiene 2 hijas, Candelaria de 14 años y Constanza de 9 años. Se crió en el barrio Ceibal. Concurrió a la Escuela No. 117 y la secundaria la realizó en Liceo No1 IPOLL. Actualmente trabaja junto a su padre en la Escuela LU- THAO. En esta nota reunimos a un maestro y a un profesor de KUN –FU que son padre e hijo pero que sobre todas las cosas son compañeros de la vida.
-¿Qué los motivó a realizar este estilo de arte marcial?
-R. En mi niñez fue cuando empecé a inclinarme sobre las artes marciales, mirando la tele cuando pasaban seriales de Kung Fu en canal 8. Yo era un niño de 11 años y ahí fue que comenzó mi fanatismo por las artes marciales. Recuerdo que en el barrio había un televisor solo y teníamos que pórtanos bien y hacer los deberes para poder ir a mirar la televisión. Después de ver la serial iba a mi casa practicaba, hacia los ejercicios y realizaba estiramiento. Mi hermano fue el encargado de anotarme con solamente 11 años en la escuela de Cirio Sosa que estaba ubicada en calle Treinta y Tres Orientales. Desde chico comencé con las artes marciales hasta el día de hoy que la sigo practicando.
-M. Para mí fue un poquito más sencillo. Era inevitable no poder practicar artes marciales ya que vengo de la mano de la enseñanza de mi padre. Fue abrir los ojos y había artes marciales en mi casa. Cuando uno es chico sigue el consejo, agacha la cabeza y va. Pero siempre en el lugar de entrenamiento siempre me sentí cómodo. Por los mismos grupos, el mismo grupo que se había generado, es como una familia hasta ahora. Es un tema que hablamos muchos con nuestros discípulos aparte de la enseñanza se forma una amistad y eso te ayuda muchísimo y te motiva a continuar. Empecé a generar un espacio donde canalizaba mi energía y eso es muy importante.
-¿Cuál es la formación y experiencia más destacable de ambos?
-R. Lo que siento con mucho amor es la enseñanza de las artes marciales. Enseñarles a personas que vienen por primera vez desconociendo que son y que a veces tienen mucha timidez. Algunas veces tienen miedo. Yo comienzo a descubrirlo y empiezo a trabajar en eso. Los primeros ejercicios, los primeros trabajos de estiramiento de esa forma vamos venciendo la timidez y el miedo y le damos seguridad a través de la práctica. Mucha gente no entiende que son las artes marciales. Mucha gente piensa que es pegar y el Kung Fu es evitar pelear. Se trata de aprender para sentirse bien. El Kung Fu es salud. Hoy en día la gente lo está practicando mucho más apuntando a ese camino. El arte marcial es evitar pelear. Por eso Kung Fu es cuerpo, mente y espíritu. En esta actividad el amor ocupa todos los espacios. Yo me preparo para dar clases. Siento muchas ganas de practicarlo. No vengo corriendo. Me tomo mi tiempo y me dedico a eso que es enseñar.
-M. Hay un conjunto de cosas que una cosa te va llevando a la otra con el tema de la enseñanza. Hace muchos años que dicto clases también en Paysandú. La enseñanza es muy importante siempre y cuando tengas tu espacio para entrenar y practicar. Uno va dando pasos junto a tus discípulos, junto con tus colegas. Una de las cosas que más te motiva y te entusiasma es ver sonreír a tu discípulo con ese entusiasmo y esas ganas que uno también lo ha sentido cuando era niño. Transmitir que no hay edad para practicarlo. Que las personas mayores lo pueden hacer y no sentirse de llegar a cierta edad y sentirse limitado para hacerlo
-¿Por qué eligieron enseñar esta actividad?
-R. Nosotros venimos de una formación en la cual sabemos que la luz; una vela, un farol no se pone debajo de una mesa se pone arriba. Esa es la enseñanza es transmitir, es ayudar al amigo, al compañero. Por ahí si se desvió del camino, se dedicó a la bebida o se ha abandonado. La luz esta para alumbrar y nosotros como practicante de artes marciales, nos gusta ayudar a la gente. Nos gusta buscar la manera de no molestarlo para que esa persona se encamine. En las artes marciales tenemos de toda clase de discípulos. Mucha gente que a veces son tercos con los padres, no conocen el amor de los padres o también comparan sus padres a los de un amigo.
-M. El tiempo es fundamental a la hora de enseñar. En mi caso como hijo siempre escuche seguí los pasos de tu padre. Traté de disfrutar de las artes marciales sin meterme ese compromiso desde lo personal más allá de lo que yo escuchaba. Es inevitable llegar a la categoría cinturón negro y empezar a trabajar junto con papá y sentir esa satisfacción y alegría inmensa que también estas dando una mano. Nosotros les explicamos a nuestros alumnos que estar adelante no es ser superior, transmitirles que somos todos lo mismo. De todos aprendemos hay que ser realista. Les transmito a mis discípulos que ustedes están aprendiendo y nosotros también. Es algo mutuo.
-¿Qué visión tienen ustedes sobre las artes marciales en beneficio personal?
-R. Las artes marciales te fortifican y te dejan más seguro. Tratamos que todas las personas lo practiquen porque es muy beneficioso para cada uno. Nosotros lo vemos acá en la escuela. Cuando organizamos alguna despedida o vamos a pasear al Parque del Lago y nos preguntan si pueden llevar a un amigo y le decimos que sí. El querer compartir las vivencias con otros. En la forma de caminar también lo vemos. Un niño más seguro y más fuerte frente aquel niño que no realiza ninguna actividad física. Nosotros a los niños le enseñamos a tener disciplina. Le enseñamos a ser ordenado hasta con su ropa. Nosotros buscamos que el niño vaya madurando.
-M. Nosotros enseñamos que todas artes marciales son buenas. Es muy importante quien sostiene la escuela. Quien es el que esta adelante. Es como dicen en China no hay alumnos malos hay profesores malos. Es fundamental el tema de la disciplina. Yo soy profesor de Kung Fu pero encasa soy el padre. El padre enseña lo mismo que está enseñando el profesor de Kung Fu pero necesita ayuda. Nosotros y los padres cumplimos un rol importante.
-¿Cuáles han sido los premios que han conseguido?
– R. La verdad que no hay un premio importante todos los premios lo son. En sí mismo hemos pasado muchas etapas. En mi juventud competía en los torneos sudamericanos. Fueron pasando los años y los torneos que hemos competido ya vamos presentando las otras generaciones que nos siguen; primero los hijos y luego los nietos. De cada torneo nos traemos muchos conocimientos importantes. Hemos tenido grandes reconocimientos a nivel de torneos Sudamericanos y también hemos sido galardonados en nuestro departamento como por ejemplo el de CAMBIO y el Fausto.
-M. He recibido muchos premios en tantos años de trabajo. Hay que tener mucho cuidado con los premios. Como por ejemplo para los jóvenes que compiten por eso, es muy peligroso. El premio tiene su tiempo. Lo ganas. Levantas la copa y es muy importante por el trabajo que venís haciendo. Pero al día siguiente la vida sigue y ese premio que está en una repisa esta con polvo, ya es recuerdo. El verdadero campeón es el de la vida. El que se levanta de mañana y sigue compitiendo con la vida. El triunfo y el éxito son con la vida. El trabajo interior es el verdadero éxito.
-Un día de descanso. ¿Qué les gusta hacer?
-R. Los fines de semana cada tanto nos vamos a pasar un fin de semana la Meseta de Artigas. Disfruto mucho llegar al lugar armar la carpa, el fuego, los pájaros que están ahí. Formamos un equipo lindo y disfrutamos de la canoa y la pesca. Me junto con Moisés y miramos películas.
-M. A mí me gusta mucho la música. Tengo un grupo musical y tocamos. También estoy muy contento practicando fútbol sénior hace 5 años en el club Albión, todos los sábados.
Foto1 :Ricardo y Moises juntos

Moises junto a sus hijas.