Por Juan Carlos Ambrosoni
¡Y acá estamos, en los descuentos! Otro año que se va, que tuvo muchos idas y vueltas pero bajo las reglas e impronta del Covid, increíblemente ya el segundo con el que tenemos que lidiar, no encontramos certezas de cuándo será el final, sin embargo si hay algo claro es que la mesura comunitaria nos ha llevado al éxito que nos permite vivir una vida muy similar a la de antes. Estos son las jornadas que uno hace balances de lo realizado, casi siempre en lo individual, aunque en estas líneas pondremos el énfasis en lo colectivo, desde el accionar del Poder Ejecutivo hasta la conducta de la ciudadanía toda. La explicación de nuestras experiencias vividas luego de un amargo 2020 está en nada más y nada menos que nosotros mismos.
Este veinte veintiuno comenzó con una suba de casos trascendente, la más preocupante por lejos que vimos, y es imposible no mirar para atrás con todo lo que ha pasado, lo bueno y lo malo. No fue sencillo soportar la incertidumbre, el dolor y la angustia que trae consigo este cólera. El pésame para todos esos amigos, vecinos, allegados y compatriotas cuya vida o la de algún ser querido se vio arrebatada por este virus. Sin embargo un día llegaron en un avión cargado de esperanzas las vacunas que serían factor significativo para nuestra salud, donde el rol y la gestión de las autoridades fueron fundamentales y cediéndoles así el protagonismo a ese casi 80% de uruguayos que pusieron sus brazos para inocularse y convertirse en ejemplo mundial de que al enemigo se lo pude sobrellevar.
Lo anterior no significa que esté ganada esta batalla, conocemos muy bien al rival y sabemos lo que es capaz de provocar. Comenzará un año complejo por la fuerte circulación de otra variante del mencionado virus, tenemos en claro lo que queremos como país y hacia dónde ir, ya poseemos dos años de pandemia en las espaldas. Este camino que transitamos en comunidad nos sujeta a afirmar que la perspectiva enfoca sobre la idea de que el Uruguay y los orientales están por encima de todo y la mirada siempre tiene que estar puesta en la gente.
A raíz de lo anterior es que enviamos desde este espacio el deseo sincero de un excelente 2022. Que sea un año de afianzamiento en lo personal, donde no falte salud, trabajo, familia y amigos. Inicia una nueva carrera con obstáculos como así los coloca la vida misma, pero también con objetivos a alcanzar que con ímpetu, convicción y sacrificio se lograrán. Y como dijo Horacio Quiroga… “Ten fe ciega, no en tu capacidad para el triunfo, sino en el ardor con que lo deseas”.
