viernes 26 de abril, 2024
  • 8 am

Baja oferta y alto ritmo de faena impulsan nuevamente los valores de la hacienda gorda

En el libre juego de la oferta y la demanda, lo que no hay se paga mejor, sin embargo los mejores valores «no es para todos la bota de potro» dice el refrán. La realidad es que la faena superará las 200.000 mil cabezas en el mes de enero, lo cual no se lograba desde el 2018 cuando se faenaron 218.668 cabezas.
Este nivel de actividad en la industria está sostenido por dos variables muy importantes. Por un lado la situación extrema de déficit hídrico que llevó a que muchos productores salieran de ganados antes de terminarlos o que siguieran perdiendo kilos, pero seguramente la variable más relevante es la firmeza en la demanda, más allá de la terminación de la oferta.
Claro que oferta hay, por algo se mantiene el nivel de faena, pero lo que no hay es ese novillo gordo, bien terminado, que apreta la balanza. Los productores que pueden y ofertan ese tipo de novillos logran superar los US$ 4,50, dependiendo del volumen y la calidad, pero en promedio el novillo se ubica fluidamente entre los US$ 4,40 a US$ 4,45 en el inicio de esta semana según el diálogo con consignatarios del norte, con entradas que son rápidas y fluídas en la mayoría de las plantas frigoríficas. Los novillos más generales se ubican entre US$ 4,30 y US$ 4,40.
La vaca, si bien está con mayor oferta, se encuentra en la misma situación del novillo. Las gordas y pesadas, bien terminadas, lograban referencias de US$ 4,20 a US$ 4,25 en el día de ayer, sin embargo la generalidad de los negocios fluyen entre US$ 4,10 y US$ 4,15.
Claro que no todos los productores logran tener esos animales gordos y bien terminados, en su gran mayoría porque hubo que vender o se perdieron kilos ante las olas de calor y la falta de precipitaciones.
En los próximos días comienzan a ingresar la mayoría de los ganados procedentes de los corrales, por lo que este nivel de precios podría mantenerse o recibir algún menor valor, tal como ha venido sucediendo en cada ventana de faena de los corrales con destino a la cuota 481. Más allá de esto, seguramente el volumen de lo que se pueda ofertar de campo, definirá la suba o baja de los precios.