Por el Esc. Gustavo Varela
En los últimos días hemos sido testigos de dos sucesos que marcan muy claramente diferentes actitudes ante un mismo tema.
El tema, para ubicar al lector, es ese eterno proceder de muchos seres humanos de ser figuritas en todos los eventos, aún a costa de aquellos que fueron los que trabajaron y se esforzaron por sacar adelante el objetivo propuesto.
El pasado 5 de octubre el gobierno nacional inauguró las obras de la terminal portuaria de UPM, que como se sabe, es una obra que viene del anterior período de gobierno, y como tal fue reconocida en la persona de Víctor Rossi, ex ministro de transporte del último gobierno frenteamplista, quien fue invitado a la mencionada inauguración en un gesto que muestra que a pesar de los enfrentamientos políticos cotidianos (y no cotidianos), hay lugar para mostrar que en el Uruguay se llevan a cabo políticas nacionales que pueden trascender los diferentes gobiernos.
Algo de eso ya había ocurrido en nuestro departamento, cuando el Presidente de la República había inaugurado en Villa Constitución obras en la policlínica de ASSE y había invitado al alcalde de dicho municipio para mostrar ese gesto de que, a pesar de pensar diferente, se puede trabajar en conjunto para el bien de las comunidades.
El otro suceso, al que hacía referencia, es al lanzamiento de la licitación de los puestos en la Central Hortícola de Salto, donde los únicos que se sacaron la foto (para quien quiera ver la misma, la encuentran aquí https://diariocambio.com.uy/2022/10/07/se-realizo-el-lanzamiento-de-la-licitacion-de-los-puestos-de-la-central-horticola-del-norte/ ) fueron los gobernantes, que prácticamente no tuvieron y no van a tener nada que ver con la producción, y están totalmente ausentes, quienes fueron los que lucharon durante años a capa y espada, para que en poco tiempo más podamos contar con esa gran herramienta que puede hacer la diferencia para nuestros productores.
Nuestros gobernantes locales no hicieron absolutamente nada para que ésta obra se inaugure en Salto, es más, no tuvieron la capacidad que un gobierno nacional frentista (el último de Vázquez) acompañara la idea y pusiera los fondos que el actual gobierno nacional sí puso, para arrancar y terminar la obra.
Los que sí siempre estuvieron y tiraron del carro una y mil veces fueron los productores, que mil veces los ilusionaron y otras tantas los desilusionaron, quienes hoy aparecen en las fotos.
Y para colmo de males, las noticias son que de la gobernanza de la central achican el número de representantes de los productores para aumentar el número de representantes políticos, que de ser cierto sería un dislate total.
Son formas diferentes de visualizar la función política.
Unos intentando ampliar el espectro de actuación y reconociendo el esfuerzo de todos quienes trabajan en pos de alguna causa noble que beneficie al conjunto en general.
Otros, que trabajan achicando la cancha, buscando un fin personal y muy egoísta, intentando que los logros que se consiguen por el esfuerzo de muchos redunde en pocos.
En mi tiempo los llamaban los “figuretis”.
