viernes 19 de abril, 2024
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Aceptar mis errores

Gerardo Ponce de León
Por

Gerardo Ponce de León

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Por Gerardo Ponce
De León
La verdad que estamos pasando la cuarta primavera con déficit de agua, pero la de esta año, no solo falta el agua sino que sobra el calor. En cierto momento se pone INTOLERABLE y no es al medio día sino todo el día. Capaz que me juega mal la memoria pero como este año no recuerdo, sin agua, sin pasto y con sobrante de calor. Que es La Niña, que se arrima El Niño, la verdad que no me importa, si lo que vivo o lo que me tocó vivir.
No en vano sucede esto, porque nos tiene que traer a nuestro diario convivir cuantas veces somos como el tiempo INSOPORTABLES. Nos creemos los mejores, somos o nos hacemos centro de una reunión, los que hablamos mejor y que tenemos la razón, o sea “vendemos” el número uno y no nos damos cuenta que caemos mal a la gente que nos tienen que soportar, es decir somos insoportables. Lo triste de esto es que no nos damos cuenta que a las personas que nos rodean le caemos mal, porque somos inaguantables. Como también nos ponemos a dar consejos y nos olvidamos de mirar al espejo, para ver nuestros propios defectos. Soy así y muy difícil que me cambien los demás mientras no vea, personalmente, mis problemas. Con esto les quiero decir que el único y primero que tiene que darse cuenta de mis errores soy yo; mientras esto no suceda no es posible algún cambio.
Pero uno es así, intolerable e insoportable, pretendemos y corregimos y somos los primeros en cometer dicha falta, para dar pie al viejo dicho: “Es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, que la viga en el propio”. Cuando nos arrimamos en una reunión, antes de llegar, varios quieren irse ya que me consideran insoportable y no me toleran mi forma de ser y no dejan de tener razón. Se de todo, no permito que mi idea sea equivocada y se tiene que hacer lo que digo. Frente a mi forma de ser existen muchos que no están de acuerdo y que tienen el derecho a pensar diferente y eso para mí es algo que no puede ser, porque no lo tolero.
Dentro de todos los males, que me hacen insoportable, por arriba del genio, del mal estar que podemos poner en ciertas actitudes que tenemos en nuestro diario vivir, la tolerancia, que está acompañando a la humildad, la aceptación, el reconocimiento, nos lleva a vivir de una forma diferente porque no es algo solamente personal sino que es el relacionamiento con los demás y es la base de una sociedad. Si de parte de uno no existe la humildad, la aceptación, tenemos una sociedad quebrada, en la que mandan o ganan los intolerantes, aquellos que predominan, no respetan a la persona como tal, tenemos la crisis de la sociedad.
Pero la verdad que les quería escribir sobre todos los que nos creemos que somos los únicos con la verdad, que queremos tener la opinión valedera y todos los demás están errados y esto nos lleva a ser personas inaguantables, insoportables, pasamos a ser “rompe huelgas” ya que en donde hay una reunión y vamos, la rompemos. Recuerdo a un compañero de estudio que tenía ese apodo y no dejaba de ser real o muy bien puesto.
Deseo de todo corazón poder cambiar nuestra actitud frente a la vida, sola o en sociedad, siendo uno más aprendiendo a ser humilde, callado y así aprender de los demás.