Por Carlos Silva
El carnaval algunas veces está asociado a lo que dura los días feriados de esta semana tan tradicional para el Uruguay. También es un punto de referencia para el turismo y la gente suele tomarse unos días en esta época para disfrutar un poco más del verano. Pero sin dudas que están los tradicionales desfiles y eventos relacionados con estas fechas, en definitiva, son días de fiesta, donde en algunas oportunidades, el descontrol está presente.
Son momentos donde la cultura tradicional del Uruguay aparece y recuerda los orígenes de esta fiesta, así como resalta aspectos importantes de colectividades enteras que trabajan todo el año para esperar este momento. Son gente que lo hace con responsabilidad para brindar un espectáculo para quienes son amantes del carnaval.
Una característica, son las murgas y sus populares espectáculos donde según dice la tradición son la voz del pueblo trasmitiendo lo que se siente en la calle, pero también sabemos que tiene un fuerte arraigo con la izquierda y ha sido un escenario que generalmente le reclaman al gobierno de turno, aunque no siempre miden a todos con la misma vara.
Pero también en Salto tenemos quienes viven de fiesta todo el año, donde el descontrol se apodera de la misma y nadie le pone orden en algún momento, nos referimos a la Intendencia de Salto, donde parece que es un carnaval todo el año.
Hoy estamos frente a un gobierno departamental encabezado por el Intendente Lima que no se está encargando de lo importante y lo urgente, bueno, difícil hacerlo cuando lo cotidiano es que el Intendente no esté en Salto.
Parece que viven de fiesta donde no se cobra entrada ni se controla porque un día sí y otro también sigue ingresando gente a la comuna departamental. Si no es como funcionario de designación directa del Intendente, es como contratos precarios de arrendamiento de servicios, pero lo que sí está claro que sigue entrando gente.
Pero nosotros nos preguntamos, ¿con que finalidad hacen esto? Si es porque necesitan más personal para obras no creo, porque poco y nada se ve por las calles de la ciudad, como decíamos en otra oportunidad, terminó el programa Jornales Solidarios y el programa Accesos y prácticamente no se ven más trabajadores en nuestras calles. Recordamos que ambos programas son financiados por el Gobierno Nacional, que es quien paga esos sueldos.
No se puede seguir así, no podemos permitir tener una Intendencia donde cada vez haya más gente, con contratos precarios, pero tampoco vemos un gremio salir a reclamar por esto, y que no se brinden los servicios mínimos. No pueden estar más de 10 meses para arreglar un puente o que pasen semanas para cambiar una lamparita de alumbrado público.
No debemos acostumbrarnos a estas cosas, alguien debe y tiene que hacerse responsable de esto y esa persona, es quien fue elegido para eso, el Intendente Andrés Lima, pero el problema es, que pareciera él también vive de carnaval todo el año.
