Por Gustavo Chiriff
No hay ningún “politicómetro”, aparato que permita medir con eficiencia simpatía o antipatía hacia personas que actúan en política, no se puede establecer con precisión el grado de satisfacción hacia una actividad, acción o gestión que se realiza en política.
Existen sí diferentes tipos de encuestas que tratan de interpretar en una foto del momento las opiniones de los votantes, pero siempre con márgenes de error, que muchas veces favorecen más a la encuestadora que al resultado.
Hay algunos “termómetros” que muchas veces permiten escudriñar tendencias en las preferencias de los electores, pero cada vez son también menos precisos y tienen que ver más bien con el “olfato” que se tiene, de ver como viene un posicionamiento de tal o cual.
El apresuramiento en la política no siempre es bueno, en el entendido de los procesos que llevan a una elección son muy cambiantes y existen factores que inciden a favor y en contra de estos.
Una campaña anticipada de precandidatos del Frente, puede desviar la discusión de fondo que se debe dar con este gobierno neoliberal, entre otras cosas por la nefasta reforma educativa que este gobierno de coalición está imponiendo o por la reforma jubilatoria que es un retroceso en los derechos de jubilados y pensionistas, afectando directamente a los trabajadores.
Pero también por las políticas económicas que se aplican, que llevan a que siga disminuyendo el salario real y por ende, los trabajadores cada vez tienen menos poder adquisitivo, sumado sobre todo al aumento de precios y tarifas desde el 2020 por encima de la inflación.
Para los comunistas lo más importante es generar las condiciones para poder transformar esta triste realidad, saber conjugar los reclamos mas sentidos de la gente, que no solo pasa por lo económico, sino que ha visto como crece la inseguridad, como se deteriora la atención en la Salud Pública, como no hay respuesta a la demanda de empleo y soluciones insuficientes para la problemática de falta de viviendas.
Nuestro próximo programa de gobierno debe ser muy claro en cuanto a las propuestas de cambios profundos, de mayor contenido social y atención a las verdaderas urgencias que tiene nuestro pueblo.
En esas condiciones decidiremos quien es el compañero o compañera que impulsaremos para dar esta pelea a la derecha, quien podrá conducir a partir del 2025 los destinos del país con un programa de gobierno avanzado.
Los versos de Alfredo Zitarrosa decía: “No hay cosa más sin apuro que un pueblo haciendo la historia, no lo seduce la gloria ni se imagina el futuro, marcha con paso seguro, calculando cada paso y lo que parece atraso, suele transformarse pronto, en cosas que para el tonto son causa de su fracaso”.