Por Gustavo Chiriff
“Están en algún sitio, nube o tumba, están en algún sitio, estoy seguro. Allá en el sur del alma es posible que hayan extraviado la brújula y hoy vaguen preguntando, preguntando dónde carajo queda el buen amor porque vienen del odio”. Desaparecidos – Mario Benedetti.
La historia nos cuenta que los detenidos desaparecidos en el Uruguay, murieron, fueron asesinados, mientras eran sometidos a interrogatorios, bajo la tortura, en unidades militares. Así de cruel fue el terrorismo de estado practicado por los militares durante la dictadura en Uruguay durante los años 1973-1985 y aun más cruel fue la llamada “Operación Zanahoria”, cuyo objetivo fue desaparecer a los desaparecidos, para que no se encuentre prueba de tal barbarie cometida por los militares.
Los cuerpos de estos compañeros y compañeras, fueron inhumados clandestinamente entre los años 1985 y 1986, en predios militares como el Batallón de Infantería Número 13, en la Avenida Instrucciones en Montevideo y en el Batallón de Infantería Paracaidistas Número 14 en Toledo, Departamento de Canelones y luego enterrados en tanques y muchos de ellos, según han contado testigos, fueron cremados y sus cenizas arrojadas al Rio de la Plata. Desaparecer a los desaparecidos y sobre todo a los que traían desde la Argentina en los famosos “vuelos de la muerte”, muestra a las claras las prácticas inhumanas y fascistas de los militares de ese entonces.
Esta semana se encontraron los restos humanos enterrados con cal bajo una losa de hormigón, al igual que Julio Castro fue encontrado hace doce años atrás y al igual también de Ricardo Blanco Valiente hace once años, ambos enterrados en el Batallón N° 14 de Toledo. ¿Fueron quizás algunos de los cientos de cuerpos enterrados que no alcanzaron a inhumarlos y quedaron para atrás, olvidados, los que la Operación Zanahoria no los pudo hacer desaparecer?
¿Cuál de los 192 desaparecidos son estos restos que emergieron de la tierra, reclamando justicia?
¿Hasta cuándo estará escondida la verdad, en los genocidas que caminan libremente hoy?
En el 2006, el coronel (r) Gilberto Vázquez denunció desde su lugar de reclusión, en la Cárcel Central, que el ex presidente de la República, Julio María Sanguinetti, fue el autor intelectual de la Operación Zanahoria en el Batallón 14, que a mediados del año 1984, siendo candidato a la presidencia por el Partido Colorado, dio órdenes al entonces comandante en jefe del Ejército, Hugo Medina, para limpiar todo vestigio sobre enterramientos clandestinos (El Observador, 11/08/2006).
¿Cuánto sabe Sanguinetti del destino de los desaparecidos?
Luego de una multitudinaria marcha del silencio y a pocos días de conmemorar tristemente los 50 años del golpe de estado, estos huesos que emergen de la tierra, nos dicen quedan 191 compañeros y compañeras, que debemos encontrarlos. Por verdad, justicia y nunca más terrorismo de estado. Para los militares que participaron de ese genocidio y para el ex presidente Sanguinetti: ¿Dónde están?
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