Rodrigo Barboza, es salteño, tiene 33 años y junto a su familia pertenecen a la comunidad parroquial Sagrado Corazón de Jesús en Salto. Desde niño creció con los valores cristianos, compartiendo la fe y todas las actividades propias de la comunidad. El diaconado es el paso previo para la ordenación sacerdotal. Con el diaconado podrá celebrar bautismos, casamientos y hacer bendiciones. La ceremonia se realizó ante mucho público en el local Chiflero.
“DIOS DISPONE”
En su discurso Barboza dijo que “la ordenación diaconal no es simplemente un paso previo al sacerdocio, ni se trata de unas prácticas de cura. Si no, que este estado tiene entidad propia e implica un cambio del estado laical al clerical”.
Contó sobre su vocación y dijo estar muy feliz tras la ordenación como diacono en lo que constituyó una ceremonia histórica para Artigas.
El joven junto a cuatro seminaristas más se convertirán en nuevos sacerdotes del Uruguay en pocos meses.
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