jueves 2 de mayo, 2024
  • 8 am

Allanamiento nocturno

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
En estos días leía algunos comentarios realizados en medios de prensa, con un tono irónico, con referencia a la implantación en nuestro derecho, de la posibilidad de que se puedan realizar allanamientos nocturnos. El comentario viene de gente del Partido Socialista, que minimiza la importancia del allanamiento nocturno, y señala que se deben implantar una serie de medidas más a fondo en la lucha contra el narcotráfico. Menciona el aumento del patrullaje en horas de la noche que impida el libre tránsito de los “deliverys” de la droga, más transparencia en cuanto a la trazabilidad del dinero, y lo que denomina, sin especificar, la posibilidad de “instalar un plan general de lucha contra el narcotráfico”. El Ministro Luis A. Heber, el senador Sergio Botana y el diputado Gustavo Zubía, se han manifestado a favor de reiterar un proyecto de reforma del art. 11 de la Constitución, teniendo como antecedente el proyecto de reforma constitucional que propuso el Dr. Jorge Larrañaga, dentro de lo que denominó “Vivir sin miedo”, proyecto que acompañé decididamente.
En esa oportunidad expresé mi total apoyo a incluir en el art. 11 de nuestra Carta Magna, la posibilidad de permitir el allanamiento nocturno. El precitado artículo dice: “El hogar es un sagrado inviolable. De noche, nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su jefe, y de día, solo de orden expresa de Juez competente, por escrito y en los casos determinados por la ley”. El origen de esta norma es el art.135 de la Constitución de 1830, y la diferencia con la actual redacción es que en lugar de decir “el hogar”, decía “la casa del ciudadano”. El fundamento de tal redacción se adecuaba a la realidad de aquellos tempos, ya que lo previsto era una forma de proteger a los vecinos de visitantes no queridos en la noche, entendiéndose por noche, el espacio que va desde una hora antes y una hora después de la entrada o salida del sol.
Esa realidad obviamente no es la realidad de hoy. El problema del narcotráfico ha tomado como modalidad, constituir las denominadas “bocas de pasta base” en casas de familia, o sea en un “hogar”, y realizar los negocios con drogas en horas de la noche. En esas horas, los delincuentes se encuentran a salvo de cualquier intervención de la policía, impedida de actuar por prohibición constitucional. Ahora se agrega la violencia de género, porque si ella se produce en horas de la noche, y hay una denuncia, la policía tampoco puede actuar por el arcaico concepto de “domicilio sagrado inviolable” en horas nocturnas. Ahora, ante una realidad intolerable que rompe los ojos, el gobierno de coalición debe tomar la bandera de una reforma en ese sentido que se pondría a la consideración ciudadana junto a las próximas elecciones nacionales.
Una vez más comparto esta iniciativa, porque no tiene lógica que el hogar sea un “sagrado inviolable” total de noche, y parcial de día, y porque la garantía de la orden Judicial escrita se mantiene, por lo que se cumple con los tratados internacionales.
El derecho debe adaptarse a las nuevas realidades, porque como decía Pascal, “el derecho sirve para la realidad o no sirve para nada”. Es bueno recordar al Constitucionalista Prof. José Korzeniak (que fuera senador del Frente amplio), cuando dijo que “el sentido de una norma no podrá ser interpretado de manera tal que no guarde contacto con la realidad. Si se exige la orden judicial escrita, no le vemos ningún inconveniente”. Por todo lo expuesto, continúo apoyando la iniciativa de permitir los allanamientos nocturnos de los hogares en horas de la noche.