DESBORDE DE DESAGÜES
Residentes en la zona de Cervantes y Sarandí se comunicaron con CAMBIO para expresar su malestar con la Intendencia de Salto que tras reparaciones que hicieron en la “boca” de tormenta ubicada en esa esquina, la situación cambió. “Cada vez que llueve como lo ha hecho en estos días, el agua sale por los desagües del baño e inunda las casas”, dijo uno de los afectados. “Todo esto ocurre posterior al arreglo que hizo la Intendencia que dejó esa “boca” de tormenta muy linda, pero la achicó y el agua no se canaliza sino que sale por los caños del baño”, dijo. Reclama que la comuna vuelva al lugar y verifique con un ingeniero que es lo que está ocurriendo.
PROBLEMAS POR TODOS LADOS
La fuerte lluvia que se registró en la noche del martes, provocó varios problemas en diferentes zonas de la ciudad, especialmente las que habitualmente sufren las consecuencias de las enchorradas que provocan el ingreso de agua a los hogares y dificultades en el tránsito debido a que las calles que quedan totalmente inundadas. Pasan los años y las enchorradas en Salto siguen siendo un problema cada vez que llueve con la intensidad que lo viene haciendo desde el comienzo de noviembre. Hay ciudadanos que han recurrido en forma privada a la consulta de ingenieros que les aporte solución a un problema que cada vez que ocurre, las viviendas quedan con agua y lodo en su interior.
PELIGROSO
Con el calor que hizo el lunes y el martes hasta el mediodía, muchos niños y adolescentes ingresaron al agua en la zona del puente Sarandí para refrescarse aún sabiendo que las autoridades exhortan a no hacerlo por los riesgos que implica el río crecido. Por un lado, las enfermedades infecciosas que se pueden adquirir, sobre todo en una zona de clara contaminación y por otro los riesgos de ahogamiento debido a los desniveles y profundidades que hay. Ante esta situación se pide a los padres que no permitan que sus hijos ingresen al agua. Por otro lado el estancamiento del agua provoca que no sea conveniente su ingreso.
PEQUEÑO GRAN DETALLE
Usuarios del servicio de ómnibus expresan que con las lluvias que se registran el agua corre por la calle sobre todo contra el cordón y forma una especia de río correntoso. Cuando llueve, el servicio de transporte urbano de pasajeros se ve desbordado de usuarios que lo utilizan para trasladarse. Sin embargo una pasajera nos hizo ver que la mayoría de los choferes de las unidades paran a más de un metro del cordón, lo que hace que para subir al coche se tenga que pisar contra el cordón y amparase los pies. Se trata de un reclamo que para algunos puede ser insignificante, pero que a su vez es muy fácil de solucionar.
MAYOR CONTROL
Un lector que circulaba por calle Brasil, entre Luis A de Herrera y Teófilo Córdoba, dijo que debió “frenar en seco” a mitad de esa cuadra debido a la cantidad de personas que cruzaban de un lado al otro y que una de ellas lo obligó a efectuar esa maniobra para evitar embestirla. El problema es que el club que existe en esa cuadra se realiza actividad por el Futsal y a la salida de cada evento, es necesario que haya inspectores de tránsito que controle el desorden y las infracciones que se cometen en el lugar.
RARO AVISTAMIENTO
Un grupo de campamentistas que disfrutaban de un asado a la estaca en la zona de la costa de Mataojo cerca de Pueblo Quintana, observaron durante el atardecer dos luces alargadas que estaban suspendidas en el cielo. Según explicaron, las luces se hicieron más brillantes entrada la noche y en un segundo hicieron un brusco movimiento para desaparecer por completo. Los protagonistas del hecho afirman que no se puede asegurar que sea un ovni, aunque reconocen que no se trató de un avistamiento común.
