Por Gustavo Chiriff
La columna de los viernes del 2023, llega a su fin; columna donde pudimos expresar a lo largo del año nuestra opinión sobre diferentes temas y en ese sentido debemos reconocer en Diario Cambio, la pluralidad con que nos brindo este espacio, desde el cual, con respecto y convicción, no solo expresamos nuestra opinión, sino que también denunciamos injusticias que se dan en nuestro país y en el mundo, como por ejemplo, lo es el genocidio contra el pueblo palestino.
A lo largo del año, en el poco espacio de 500 palabras y 2.500 caracteres fuimos desarrollando nuestra opinión sobre diferentes realidades de Salto, del Uruguay y del mundo, convencidos aun más que muchas de estas realidades hay que cambiarlas para tener un mundo mejor y pasa por cambiar el sistema de sociedad en que vivimos, en las relaciones de producción y trabajo.
Vivimos en un mundo capitalista y en Uruguay, particularmente, con un gobierno neo liberal, que a mostrado en estos tres años su lógica en un modelo económico que beneficia a unos pocos, a los llamados mallas de oro por el presidente Lacalle Pou. Son esos empresarios que en estos últimos años han acumulado más fortuna que en años anteriores, incluso en plena pandemia, fueron los que incrementaran sus ganancias a pesar que la inmensa masa de trabajadores perdía puestos de trabajo, salario real, se aumentaba los precios de los servicios por encima de la inflación, aumentaban los combustibles y se perdía beneficios que se habían logrado a través de programas sociales.
El Uruguay del 2023 es más desigual e injusto del que teníamos antes del 2020, las políticas económicas aplicadas van dejando profunda huella que se traduce en mayor pobreza e indigencia, basta con andar por la calle para ver el incremento de personas en situación de calle y la cantidad de mujeres e incluso niños revolviendo contenedores.
No queríamos cerrar el año sin este breve análisis de lo que nos está pasando a la mayoría de los uruguayos y uruguayas actualmente, bajo un gobierno de coalición, donde ha aumentado la brecha entre los más ricos y los más pobres, donde ahora te jubilas recién a los 65 años y con menos dinero, un Uruguay que nos habían prometido que iba a ser el mejor de aquí a muchos años y hoy padecemos por la inseguridad, la falta de empleo, de vivienda , de atención a la salud y de un retroceso en el sistema educativo.
El 2024 será un año de cambios, un año en donde tendremos la posibilidad de elegir otro Uruguay, un Uruguay más justo, más solidario, donde empecemos a realizar los cambios necesarios para nuestro pueblo, para los trabajadores y no para unos pocos.
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