Armando Guglielmone Instructor canino – educador etólogo Represent. Ovejeros alemanes von schutzmann Contacto: 098 539 682
Hace un par de días iba caminando con el perro de un cliente cuando de repente de una casa sale corriendo y viene hacia mí una perra tipo bullmastiff, junto a una perra ovejera, en plan de atacar la perra que yo llevaba; al plantarme frente a estas sin dejarme intimidar pues eso daría pie a la agresión se mantenían amenazantes sin dejar de ladrarnos, en eso sale de la casa la dueña de ambas perras con una tranquilidad pasmosa diciendo “vení Olivia, te voy a tener que encerrar, vos también Elga”, mientras las perras seguían amenazándonos actuando con casi total indiferencia a esta. Lo remarcable de esto, aparte de los perros amenazando en la calle, es que la persona dueña de los perros se comportaba como si no hubiese nadie, caminaba con total parsimonia como que la situación no ameritase urgencia, más bien parecía como que les dijera, “las voy a tener que encerrar por este molesto sujeto con ese perro”. No hubo disculpas, aunque fuesen fingidas, tal vez si se hubiese mostrado afligida como que fue un descuido uno lo tiende a comprender, pero ni siquiera se dignó a mirarme, esos son los momentos en que hay que recurrir a la gran paciencia y a la educación que a uno le han inculcado para no tener una respuesta como ameritaría frente a esta situación. Pero pienso, ¿qué hubiese ocurrido si fuera un niño caminando con un perro? Y aclaro que este incidente ocurrió en una zona residencial de Arenitas blancas, no en un barrio humilde, salieron los perros de una bella casa cercada, pero con el garaje abierto, no de una humilde vivienda sin más cerco que un alambrado mal hecho. Definitivamente la mala educación, la falta de empatía y el desinterés por los demás no tiene clase social, es como cuando vemos motociclistas sin casco o cintas reflectivas, lo que los puede diferenciar es que uno va en una moto china y el otro en una Harley, pero lo que los iguala es la falta de respeto a las normas. Ya lo he dicho muchas veces, en este país tenemos muchas leyes y normas casi de primer mundo, pero pocos somos los que estamos dispuestos a cumplirlas y que si quebramos una de estas estamos dispuestos a aceptar el error cuando nos atrapan en falta. Tenemos un organismo oficial que se ocupa de aparecer cuando las cosas pasan, cuando un perro muerde a alguien o un caballo provoca un accidente o es lastimado, pero sería bueno que se ocuparan de prevenir y no llegar cuando terminó todo. Se me ocurre una idea, tal vez podrían salir los que “controlan” esto a caminar con un perro para así ver la cantidad de situaciones peligrosas que se generan a diario y en infinidad de lados, para tomar conciencia de los peligros que corren perros, personas, autos, motos, etc. Incluso podrían avisar a los dueños sobre la situación generada dándoles una advertencia, como se hace en Estados Unidos, y avisando que la próxima se tomarán acciones, idealmente multas ya que todos escarmentamos cuando nos duele el bolsillo. Pero esto, lamentablemente, seguramente nunca va a pasar, ya que los que nos preocupamos y molestamos con estas situaciones seguimos siendo los mismos.
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