Mural del artista salteño José Gallino plasmado en San Gregorio de Polanco fue elegido como mejor del mundo

Por Karina Izaguirre
El mural del artista uruguayo, oriundo de Salto, José Gallino, fue reconocido como el mejor del mundo por una plataforma internacional de arte urbano en San Gregorio de Polanco. Inaugurado en febrero, el mural obtuvo el prestigioso título de mejor obra del mes por parte del sitio Street art cities. De formación autodidacta, comenzó su carrera en el mundo del graffiti en el año 2013 fascinado por la actividad y las oportunidades que brindaba el Street Art. Desde entonces, está desarrollando su técnica de una forma exponencial, logrando un estilo de retrato en gran escala que lo posiciona como uno de los mejores graffiteros del país. Sus trabajos se plasman en personajes cotidianos de nuestra cultura, no sólo en forma de homenajes, sino como registro de los hechos de nuestro presente. Dejando un acervo artístico que se vincula estrechamente con la contemporaneidad. Gallino trabaja la imagen desde la fotografía, pero su selección no es azarosa, busca esos instantes que muestran facciones y gestos clave de las personas que retrata.
OBRA
La obra honra a la madre naturaleza y está ubicada en el antiguo tanque de OSE, representa a una mujer criolla inmersa en un espejo de agua rodeada de flora y fauna autóctona, transmitiendo un mensaje de conciencia sobre la importancia del cuidado del agua y el medio ambiente. José Gallino, también conocido como Gallino Art, expresó que su creación busca resaltar el papel de las mujeres en la sociedad, además de promover el respeto por la vida y el entorno natural.
RECONOCIMIENTO
Este reconocimiento global llega tras superar a murales de artistas en países como España, Francia, Japón y Colombia. Gallino, quien es oriundo de Salto, se ha destacado en el mundo del arte urbano desde 2013, especializándose en retratos de figuras célebres tanto locales como internacionales. Algunas de ellas fueron China Zorrilla, Alfredo Zitarrosa y Carlos Páez Vilaró. El tanque que albergaba la obra fue renovado tras más de dos décadas. La decisión de crear un nuevo mural surgió de una consulta popular organizada por el Municipio de San Gregorio de Polanco, siendo Gallino el elegido para plasmar su talento.