viernes 17 de mayo, 2024
  • 8 am

El retiro médico

Colegio Médico del Uruguay
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Colegio Médico del Uruguay

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Dr. César Suárez.
Pte. Regional Norte
Colegio Médico del Uruguay
Hay dos instancias críticas en la vida profesional de un médico, una, cuando se obtiene la habilitación del título para ejercer la medicina y la otra, al momento del retiro que forjan emociones extremas que afecta a cada profesional de una manera diferente y en ocasiones muy difíciles de procesar porque son mojones trascendentes que en ningún caso dejan de mover las emociones del individuo que cursa esas situaciones.
Para el médico recién recibido por más brillante que haya sido su carrera, al encontrarse con la responsabilidad de decidir solo sobre la salud de otra persona suele surgir dudas e inseguridades ante cualquier paciente que pasa por su consultorio, sobre todo por el temor de equivocarse, de sobrevalorar un determinado síntoma o no percibir otros y dejar de diagnosticar una enfermedad importante por impericia y falta de experiencia, temores que rápidamente se van atenuando en la medida que se da cuenta que realmente es capaz de resolver con sus conocimientos las situaciones que se le presentan.
Por otra parte, la otra angustia es encontrar trabajo en la profesión que le permita sostener a su familia dado que hoy día, los médicos suelen de terminar su especialidad ya cumplidos los 30 años o más cuando ya han formado su familia y cuesta insertarse laboralmente en el lugar que ha elegido para vivir.
Luego, más tarde o más temprano, la gran mayoría de los médicos se van consolidando y logran la confianza de sus pacientes y terminan por ocupar todo su tiempo disponible.
El médico, a pesar de comenzar a trabajar un poco tarde en relación a otros tipos de trabajo, suele ejercer su profesión por décadas donde se acostumbra ser lo que es, pero un día llega el momento de su retiro y comienza la otra gran crisis emocional que afecta de forma diferente a cada uno dependiendo del grado de conformidad que ha logrado con su trabajo. Algunos lo toman como una liberación y una oportunidad de exonerarse de tantas responsabilidades, pero otros, lo toman como una suerte de muerte civil al tener que dejar el vínculo con sus pacientes, ya no saber en qué ocupar su tiempo y el temor de comenzar en forma paulatina a ser olvidado en la medida que se van renovando las generaciones de pacientes e ir perdiendo el reconocimiento social.
Estas situaciones no son ajenas a los objetivos del Colegio Médico del Uruguay que como institución promueve el abordaje de estas crisis a nivel profesional y lleva a cabo Jornadas de encare y asesoramiento dirigidas a orientar sobre todo a los colegas que están próximos a su retiro para poder enfrentar estos cambios con naturalidad, y entendiendo que hay en la vida un momento para cada cosa y que cada etapa tiene sus atractivos si uno logra ordenar sus emociones para disfrutar del merecido descanso que toda actividad debe tener después de tantos años de intensas responsabilidades.