Por Pablo Perna
¿Quién es el “santito protector” de los políticos?
PRIMER CASO: Esta semana el 13 de julio, Donald Trump en plena campaña electoral sube al escenario cuando a los once minutos de haber comenzado su discurso, un joven de 20 años que se encontraba a unos 150 metros en una azotea, dispara contra el ex presidente de los EEUU, éste casualmente gira su cabeza para mostrar unas graficas al público y ese movimiento totalmente improvisado y al azar le permite que la bala que iba dirigida directamente a su cráneo le rozara su oreja salvando literalmente por milímetros su vida. En los disparos muere una persona del público y el servicio secreto mata en segundos al joven. Trump es protegido por el servicio secreto, donde en el medio del caos, ensangrentado, se levanta, pide para calzarse su zapato que lo había perdido y mientras es llevado escoltado por la seguridad, levanta su puño y a viva voz grita “luchen”.
SEGUNDO CASO: El 23 de febrero de 1991, el ex presidente argentino Raúl Alfonsín también en plena campaña electoral se sube al escenario para dar su discurso, cuando se acerca al palco un joven de 29 años, saca su arma calibre 32 y a pocos metros de Alfonsín le dispara. El arma hace un sonido pero la bala no sale, por lo que su custodio más cercano, lo tira al ex presidente al suelo cubriéndolo con su cuerpo, mientras que el resto de los custodios reducen al atacante. Alfonsín luego del episodio se levanta del piso, se acomoda el traje y sigue dando su discurso. Declarara más tarde el ex presidente que el atentado se trataba de la obra de un “loco suelto”, pero luego se supo que era un ex gendarme y que mientras estaba preso apareció muerto por presunto suicidio, ahorcado con sus propias sabanas.
TERCER CASO: El 1º de setiembre de 2022, en horas de la noche, ante un numeroso público que se hacía presente en la puerta de la casa de la ex presidenta de la Argentina, Cristina Fernández, en plena campaña electoral, un hombre de 35 años se acerca y le apunta con su arma, también calibre 32 y le dispara, pero misteriosamente al igual que había sucedido hacia 31 años atrás con Alfonsín, la bala no sale, salvando místicamente la vida la ex presidenta argentina.
CUARTO CASO: Se impone en Salto una figura joven, que en cuatro meses arma una estructura 100 % voluntaria, con recursos propios y derrota ampliamente en las urnas a un Senador de la República que durante 20 años “ha ganado todo” y ha controlado los destinos políticos del Partido Colorado en Salto. El novel sector se enfrentaba a una gigantesca estructura con políticos de experiencia y donde sus principales líderes se encontraban en cargos de designaciones directas, jerárquicos y fuertemente rentados en el Estado; pero aún así perdió. ¿Qué le sucedió?, ¿quién fue el arquitecto de su derrota electoral? El dos veces Presidente de la República, Julio María Sanguinetti siempre ha sostenido que en política no existen “muertos políticos”, sino “heridos de gravedad”.
CONCLUSIÓN: No tengo ni idea cual es o si existe el “santito protector” de los políticos, o el motivo verdadero de la derrota electoral del Senador Coutinho, o si se encuentra o no “herido de gravedad”, pero lo cierto es que la incertidumbre sobre la existencia de “Santos”, “milagros” o sobre qué sucederá en el futuro y más en política, es la llama que nos mantiene vivos para seguir caminando y reivindicarnos de nuestros errores. ¡A seguir caminando y luchando sin importar las adversidades!
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