jueves 21 de noviembre, 2024
  • 8 am

Jesús para los demás

Padre Martín Ponce de León
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Padre Martín Ponce de León

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Por el Padre Martín Ponce de León.
No es suficiente el “A” sino que debemos gastar nuestro esfuerzo en llegar a “EN”. El “A” es un primer y elemental paso necesario. El “EN” debe ser nuestra meta puesto que un estilo de vida que deberíamos tener el coraje de asumir. En oportunidades la propuesta del “A” nos resulta tan difícil que, entendemos, ya es suficiente llegar a lograr tal cosa. Jesús no propone una doctrina ni una institución para sus continuadores o seguidores. Lo de Jesús es un estilo de vida que se hace propuesta. Una propuesta que no se limita a que la conozcamos, sino que, desde lo que cada uno es, la hagamos, también, nuestro estilo de vivir la vida. Es, lo suyo, una postura ante la vida y, por lo tanto, una manera de posicionarnos ante la misma vida. Un estilo de vida donde, los valores del Reino del Padre, van progresivamente, haciéndose nuestros valores. Un estilo de vida donde las actitudes de Jesús se vayan identificando con nuestras actitudes. Por ello es que no es suficiente que nos limitemos a conocer “A” Jesús sino que es necesario que, progresivamente, nos vayamos convirtiendo “EN” Jesús para los demás. Es vivir lo cotidiano como parte del proyecto de Dios. Es agradecer las oportunidades que cotidianamente nos brinda para ser mejores personas. Es poner lo que somos al servicio de los demás permitiendo que otros se sepan personas porque “importantes” y así se promuevan. Es acercarnos al otro para animarle a recuperar sus valores de personas. Cualquiera sabe que está lejos de poder sentirse Jesús para los demás y ello es el desafío de “tomar la cruz de cada día”. Sabemos estamos lejos pero hoy debemos intentarlo. Jamás podemos olvidar que la cruz es una plena demostración de amor y vivirla debe ser una manifestación de nuestra experiencia de amor a Dios y a los demás. El estilo de vida que nos propone Jesús nos habla de salir a la intemperie, de cercanía, de sensibilidad, de solidaria generosidad, de amor desinteresado, de comunión con la voluntad de Dios, de alegría y servicio.El estilo de vida que nos propone Jesús es un algo que promueve la unidad y la fraternidad, la disponibilidad, el sentido común, el amor y el respeto. Todo ello, vivido y celebrado, como una oración puesto que en comunión con el intento creciente de fidelidad a la voluntad del Padre Dios. El estilo de vida propuesto por Jesús e intentado hacer nuestro es un algo que nos lleva a ser signo de contradicción para muchos puesto que resulta muy difícil de aceptar y comprender que alguien pueda sentirse feliz sin transitar los caminos de la mayoría. No resulta sencillo transitar por un estilo de vida que demanda coherencia y que, aparentemente, no posee resultados puesto que, constantemente, van surgiendo necesidades y necesitados que esperan. Jamás habremos de saber que ya no existen necesidades a las que intentar acercarnos para dar una mano. Con la certeza de que es una tarea de nunca concluir puesto que siempre nos habremos de encontrar con realidades nuevas. Asumir el estilo de vida que nos propone Jesús, conforme lo que nos muestra en los relatos evangélicos, es una tarea de cercanía puesto que de ir al encuentro. Es el no ir a llevar un mensaje ya aprendido, sino ir al encuentro de lo que surja ante cada realidad. Es estar, permanentemente, disponible para escuchar y aprender. La vida de Jesús es un ir, paulatinamente, creciendo en cercanía con los que le necesitaban y en fidelidad a la voluntad de su Padre Dios. Su muerte en cruz es la comunión más plena del amor que vive por su Padre y por la humanidad. Asumir el estilo de vida de Jesús es ir creciendo en un amor que se hace apasionante