Por Pablo Perna
“Distinguido General y Apreciado Amigo”, “entretantos rumores hay seguridad en usted, aprecio y amistad”. Así comenzaba y culminaba la carta escrita y firmada de puño y letra del primer presidente del Partido Nacional Manuel Oribe, dirigida al ex primer presidente colorado cuando era el “Comandante General de la Campaña”, Fructuoso Rivera. La carta fue fechada el 8 de julio de 1835 por Oribe y pasa a manos de Rivera que la recibe; al fallecer pasa a manos del Presidente Lorenzo Batlle, al fallecer pasa a manos de su hijo José Batlle y Ordoñez, luego pasa a manos de su hijo Rafael Batlle Pacheco, al fallecer pasa a manos de su hijo José Batlle Echerviere y al fallecer este último lo adquiere su viuda llegando al día de hoy, donde en octubre de 2022 se subastan las ultimas reliquias de José Batlle y Ordoñez, donde se encontraba esta carta tan peculiar que acredita que entre los fundadores de los partidos más antiguos del mundo no siempre ha existido rivalidades.
La carta fue adquirida por quien escribe la columna y cuelga actualmente en una pared de mi escritorio. Estando presente el ex Presidente Julio María Sanguinetti en el remate, que adquirió la ultima credencial y cedula de identidad de José Batlle y Ordoñez y que hoy se exhiben en la Sala de las Convenciones de la Casa del Partido Colorado, me manifestó: “increíble Dr. lo que ha adquirido, luego de esta carta ambos se pelearon, uno fundó el Partido Nacional y otro el Partido Colorado”. De hecho ese mismo año Oribe comienza una investigación económica de las cuentas del Gobierno de Rivera por presuntas corrupciones y el 9 de enero de 1836 Oribe disuelve el cargo que ostentaba Rivera como “Comandante General de la Campaña”, pero más tarde vuelve a crear el cargo poniendo en su lugar a su hermano Ignacio Oribe, lo que enfureció a Rivera.
En agosto de 1836 Oribe por Decreto obliga a la población civil y militar a que debían de llevar un distintivo blanco o vincha que dijera “Defensor de la leyes” en clara provocación a Rivera que era denunciado por corrupto y que se cuenta que había dicho a su vicepresidente en referencia a la Constitución, que si le molestaba demasiado “había que quemar ese librito”. Finalmente el 19 de septiembre de 1836 se produce la batalla de Carpintería donde se enfrentan Rivera y Oribe fundando ambas divisas y el resto de la historia todos la conocemos.
Al presidente desde 1830 lo elegían los Senadores y desde esa época no podían ser reelectos, por lo que Rivera al culminar su presidencia teniendo la mayoría de legisladores, promueve a Oribe como presidente de la República y de esta manera, por el acuerdo político entre ambos, se logra el primer gobierno de coalición que duró hasta que Oribe traiciona a su amigo, por lo que Rivera se levanta en armas y derroca a Oribe volviendo a la presidencia en marzo de 1883 y Oribe debe huir a Buenos Aires siendo refugiado por el dictador porteño Juan Manuel Rosas.
Desde ese entonces Oribe, que se había casado con su sobrina, hija de su hermano, tuvieron cuatro hijos, se le ha construido una leyenda de asesino y degollador, no respetando códigos de guerra, por lo que el 26 de agosto de 1992, mientras gobernaba Lacalle padre, quiso homenajear a Oribe al celebrarse 100 años de su nacimiento, por lo que declara ese día feriado nacional, por lo que un diario de filiación colorada publica ese mismo día: “Oribe fue el mayor violador de los derechos humanos de nuestra historia… degolló a más personas que minutos tiene este día en su homenaje”.
Al celebrarse este mes 188 años de la Batalla de Carpintería, queríamos recordar estas anécdotas históricas y de nuestros orígenes coalicionistas.
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