jueves 3 de octubre, 2024
  • 8 am

Desde nuestra banca, resurrección al Turismo

Pablo Vela
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Pablo Vela

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Por Pablo Vela
Hemos venido hablando en estas últimas semanas, de lo que son nuestros tres principales ejes de trabajo si tomamos en cuenta el estudio, el respaldo y las consultas con especialistas, con referentes, que tienen los proyectos o las gestiones que vamos a presentar o vamos a realizar por Salto.
Seguridad: ¿alguien duda que el mejor equipo es el que se conforma con la dupla Ojeda-Zubía?, además con la certeza de que el plebiscito por la modificación constitucional y la posibilidad de que se autoricen allanamientos nocturnos se sumen como herramientas para la Policía Nacional va a triunfar en las urnas.
Salud mental: el tiempo, la cantidad de profesionales que participaron en el programa de gobierno del Partido Colorado en este sentido y la certeza de que Salto será (porque así lo exigiremos) uno de los puntos de al menos la radicación de dos centros de referencia en Salud Mental, nos pone también en otro tema sumamente sensible como una opción más que válida.
Hoy iremos con el tercer eje de trabajo: el Turismo.
Una definición básica de turismo podría ser “… fenómeno social, cultural y económico que supone el desplazamiento de personas a países o lugares fuera de su entorno habitual por motivos personales, profesionales o de negocios”. Es decir, recibir personas de otras ciudades hasta de otros países que implícitamente deberán dejar divisas, dinero, recursos económicos desde el momento que esa persona debe alojarse para poder descansar, dormir, higienizarse, alimentarse, tener ratos de ocio, diversión, etc.
A esa persona la llamamos turista a la que, también de manera muy básica podríamos definir como“… visitante temporal que permanece más de 24 horas en la zona (región, país) visitada y cuyos fines de viaje pueden definirse como de ocio, recreativos, vacacionales, educativos, religiosos y deportivos, así como de negocios y de placer.”
Esas dos definiciones le dieron por décadas a nuestro departamento unos ingresos económicos extraordinarios, que ayudaban de manera interesante no solamente al mantenimiento de los propios centros termales (principales atracciones turísticas públicas) sino también a la Intendencia en sí. Hablando claro: las termas (Arapey y Daymán) son dos gallinas de oro que hoy han sido degolladas.
Pero el asunto va mucho más profundo y lejos porque el trabajo serio y real debe acompasar una planificación público-privada: público para lograr llegar directamente a las puertas que hay que golpear y privada, los que entienden del tema, los que viven del Turismo, no al revés, como ocurre hoy en día donde la incapacidad que está encargada del turismo como un área, ni siquiera una Dirección, pretenden discutir con quienes han estudiado y se han preparado para desarrollar proyectos turísticos.
Nuestro planteo, el de la 9007, cambia esa visión, escuchamos a los actores turísticos: hoy se va a invitar a “potenciales turistas” para que vengan a Salto, no podemos decir que esté mal pero ¿a qué vienen?: llegar es complicado, el panorama ya en Daymán y Arapey desolador, ¿atracciones?, museos cerrados con piezas históricas desparecidas, es difícil que ese turista vuelva y eso implica como primer impacto pérdidas de empleos.
Nuestra carpeta, la de la 9007, incluye gestionar: buenas conexiones (terrestres, mejores rutas, con descansos, con lugares de paso minimizando los riesgos de accidentes), mejorar el seguro parcial (BPS) que le permita al empleador-empleado un mejor manejo de la situación que les toca vivir (bajas ocupaciones), ir por un verdadero turismo todo el año y espectáculos de nivel que ayuden al arribo masivo de turistas.
Planificación diaria de mantenimiento de ambos centros termales, de ambos dependen el resto de los alojamientos ya que “el turista” en general, que arriba a Salto viene seducido por las aguas termales.
Mejora en la seguridad, mejora de calles, acceso a servicios, ampliación de gama de ofertas tipos de “turismos”. Aumentar los recursos para la Intendencia, aumento de empleo privado, etc., se puede, lo haremos.
Pero debemos cambiar los interlocutores públicos para que los conocimientos de los privados tengan un respaldo suficientemente fuerte para volver a ver a Salto Turístico.