miércoles 9 de octubre, 2024
  • 8 am

La 9007 y la papeleta amarilla

Pablo Vela
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Pablo Vela

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Por Pablo Vela
Ya con apenas dos encuentros más por delante en este espacio, estimados lectores, no podemos dejar de hablar de algo que también se va a definir el próximo 27 de octubre conjuntamente con las elecciones parlamentarias.
Es decir, el Partido Colorado como parte de la Coalición de gobierno impulsa también para ser votado el 27 de octubre el plebiscito llamado “de los allanamientos nocturnos”.
Pero ¿en qué consiste?, ¿por qué se lo impulsa en éste momento?, ¿cuál es el motivo que existe para llevar adelante semejante modificación jurídica?
Veamos y contextualicemos: nuestro sector Tercera Vía ha sido muy crítico con la gestión del Frente Amplio en materia de seguridad durante los 15 años que estuvo al frente del gobierno, record en homicidios y rapiñas, liberación de presos, ¡liberación de presos!, como solución al hacinamiento de nuestras cárceles, etc., etc. pero también lo hemos sido con el actual gobierno que salvo con el ministro Larrañaga al frente careció de presencia, de respaldo al policía, de estar hombro con hombro que no significa avalar cualquier procedimiento ni proceder.
Pero como es costumbre, no nos quedamos en las críticas y de la mano del diputado Gustavo Zubía se fueron formulando propuestas, que derivaron en proyectos de ley buscando rever figuras penales que se quedaron atrás en las nuevas modalidades delictuales, en proyectos para evitar el abuso del instituto del proceso abreviado que a tantos “les ha salvado” de no pisar un día siquiera un centro penitenciario , etc., y también ya hablaba de los allanamientos nocturnos como herramienta de suma importancia y ayuda para la policía y fiscalía a la hora de combatir el crimen organizado, el narcotráfico, flagelos que destruyen familias enteras.
En aquellos primeros momentos poca importancia le dieron pero Zubía no abandonó la idea, siguió golpeando puertas, solicitando respaldos. Algunos aparecieron, otros tímidamente comenzaron a acercarse, todos casualmente cuando las elecciones estaban cada vez más cerca y la Seguridad Pública seguía siendo el principal tema de preocupación de los uruguayos (junto al empleo o al desempleo).
No importa, el respaldo llegó, al proyecto de ley pero en definitiva si como para plantear una reforma constitucional, en este caso del art. 11 de la Constitución que en caso de contar con más del 50 % del apoyo popular la papeleta amarilla del SÍ pasaría a quedar redactado de la siguiente manera: “ El hogar es un sagrado inviolable. Nadie podrá entrar en él sin consentimiento de su morador, o por orden expresa y fundada de juez competente, dictada por escrito en los casos y formas establecidas por ley”.
Será una herramienta más, no es espíritu de esta iniciativa ni que se transforme en un diario acontecimiento ni que la policía esté expuesta los 365 del año. La capacidad de los Jefes de Policía, la pericia de fiscales y el sentido común de jueces deberá ser la garantía del buen uso del mismo.
Lo que siempre se manejó en la postura de Zubía, de Tercera Vía y de la 9007 fue la imposibilidad de darle “respiro”, de hostigar y ahogar al delincuente las 24 horas, sobre todo en situaciones donde la investigación policial viene en progreso, llegan las 19:00 horas del día y el delincuente respira, razona, planifica y seguramente continúe escapando o ocultando elementos de prueba porque la policía no pudo entrar a una casa porque así lo indica hoy la Constitución. No parece serio en los tiempos que vivimos.
También es vital aclarar que concomitantemente a la aprobación de la posibilidad de realizarse allanamientos nocturnos exigimos mejoras en los equipamientos de la policía, de los equipos de logísticas y de todo aquello que no los ponga en desventaja jamás ante el delincuente, la vida de nuestros efectivos policiales debe ser prioridad.
La 9007 con la papeleta amarilla, para empezar a vivir más seguros.
“turismos”. Aumentar los recursos para la Intendencia, aumento de empleo privado, etc., se puede, lo haremos.
Pero debemos cambiar los interlocutores públicos para que los conocimientos de los privados tengan un respaldo suficientemente fuerte para volver a ver a Salto Turístico.