Por Melisa Ferradini.
Camila Fagúndez tiene 28 años. Es tarotista. Maestra de Reiki y Coach Profesional especializada en Desarrollo Holístico. Actualmente, ofrece consultas a distancia, combinando el tarot y la astrología evolutiva con prácticas de Reiki para personas y mascotas. En esta entrevista con CAMBIO, nos relata cómo ha encontrado en el tarot una forma no solo de guiar su camino personal, sino también de brindar apoyo a quienes buscan orientación. Con un enfoque alejado del sensacionalismo, su práctica se ha convertido en una herramienta terapéutica que combina conocimientos esotéricos con empatía y comprensión.
EL TAROT
“El tarot no predice el futuro, ya que somos nosotros quienes lo construimos con nuestras decisiones y acciones”, afirma. Las cartas funcionan como una guía que ofrece claridad sobre los caminos a seguir. Esta joven tarotista insiste en que la función principal del tarot es llevar tranquilidad y luz a los problemas personales, ayudando a comprender el presente para tomar mejores decisiones a futuro.
UN CAMINO IMPULSADO POR LA ADVERSIDAD
El interés de Camila por el tarot surgió en un momento difícil: en plena pandemia y tras la pérdida de su abuela, una figura clave en su vida. “Mi abuela y otros familiares tenían una conexión con lo espiritual, pero yo nunca había profundizado en eso. Todo cambió con la pandemia, cuando enfrenté momentos de soledad y tristeza con mi madre y mi hermana. Fue entonces cuando me encontré con las cartas”. Comenzó a estudiar a distancia, inscribiéndose en cursos con referentes del tarot y la astrología. “Recuerdo especialmente un curso con Laura Ferro sobre el Tarot Lenormand. Fue una experiencia muy enriquecedora que me motivó a seguir explorando este mundo.” Sin embargo, destaca que su práctica siempre ha estado orientada a ayudar más que a predecir: “Aunque el tarot tenga un aspecto predictivo, yo lo enfoco desde una perspectiva terapéutica, buscando acompañar a las personas en sus procesos emocionales y espirituales.”
CONSULTAS A DISTANCIA Y EL RETO DE LA SEGURIDAD
Continuando con su relato nos cuenta que ha optado por realizar sus consultas de manera virtual debido a las preocupaciones de seguridad: “Hoy en día, no sabemos con qué energía llega la gente a nuestra casa. Prefiero cuidar mi espacio y a mi familia, por eso atiendo principalmente a personas del interior a distancia”. Las preguntas más frecuentes en sus consultas giran en torno al trabajo y la economía. “El tema laboral y financiero es lo que más preocupa a la gente en este momento. Muchos consultan sobre sus proyectos o cómo lograr estabilidad económica, especialmente después de los desafíos que dejó la pandemia.”
PROFESIONALIZACION DEL TAROT
Camila enfatiza la importancia de establecer un intercambio justo en las consultas: “El trabajo con las cartas requiere energía y compromiso. Siempre debe existir un intercambio, ya sea dinero u otra forma de compensación, porque, como dice un dicho gitano, si no hay intercambio, se lleva la abundancia del otro.” A pesar de las críticas que enfrenta la profesión —como ser etiquetada de charlatanería—, defiende su oficio con pasión: “El tarot es una profesión como cualquier otra y merece respeto. Hay personas que lucran con la necesidad de los demás, pero también estamos los que lo hacemos desde el corazón, con amor y honestidad.”
HERRAMIENTA DE CONTENCION EMOCIONAL
Para Camila, el tarot va más allá de la simple lectura de cartas: “Es un apoyo emocional. Muchas personas que consultan atraviesan situaciones difíciles, y durante la pandemia me encontré escuchando a personas con depresión o problemas serios. No es solo tirar las cartas, es ser un soporte para esa persona durante el tiempo que dure la consulta. “concluye que, además de ofrecer orientación, el tarot permite escuchar y aprender de las experiencias ajenas. “El tarot ayuda a aclarar ideas y caminos posibles, permitiendo que cada persona elija cómo avanzar. Es una herramienta poderosa que, usada con empatía, puede hacer una gran diferencia en la vida de las personas”, finaliza.
