Muchos de los hinchas de Peñarol que fueron detenidos por la Policía brasileña el miércoles en Río de Janeiro, previo al partido ante Botafogo, permanecen sin poder retornar al país.
Son 23 los parciales que están privados de libertad y que son acompañados por abogados brasileños que pagó Peñarol. Fueron acusados de diferentes delitos, como posesión ilegal de arma de fuego, hurto, lesiones corporales, robo, asociación para delinquir, daño calificado, incendio, resistencia a la autoridad, desacato, riña e insultos raciales, entre otros, y fueron trasladados a una comisaría.
La mayoría de los cargos se pueden levantar mediante una fianza, pero no en los casos de rapiñas e injurias raciales, ya que hubo brasileños que denunciaron gestos racistas de los uruguayos.
