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Docente advierte sobre el impacto de la inteligencia artificial en la educación y desarrollo de habilidades

Nathalie Juayek, salteña y profesora de inglés de 22 años, comparte su experiencia como estudiante y docente en la era de la inteligencia artificial. Tenía apenas la mitad de su carrera de profesorado completada cuando la inteligencia artificial comenzó a hacerse masiva. Hoy esta docente de inglés, que también estudia Derecho en la Udelar, ofrece una perspectiva única sobre cómo esta tecnología ha transformado tanto su formación como su práctica educativa.
PRIMEROS PASOS CON LA IA
«Al principio había mucha incertidumbre, pero también curiosidad», recuerda Juayek sobre aquellos días iniciales. «No teníamos muy claro cómo usarla ni cuál era su verdadero alcance en el ámbito académico». Desde el inicio, la joven educadora adoptó un enfoque responsable: utilizó la IA como herramienta de apoyo, no como atajo. «La empleé principalmente para resolver dudas puntuales, para que me explicara temas complejos de manera personalizada, y para recibir recomendaciones de recursos que luego incorporaba en mis prácticas», explica.
HERRAMIENTA DE DOBLE FILO
En su experiencia, Juayek identifica claros beneficios de la IA en educación. «La utilicé como un sistema de tutoría que me ofrecía ejercicios específicos para reforzar debilidades», cuenta. También destaca cómo la tecnología la ayudó a descubrir plataformas educativas y cursos en línea que enriquecieron su formación. Sin embargo, no ignora los riesgos. «El uso excesivo podría llevarnos a depender de estas herramientas, disminuyendo el desarrollo de habilidades cruciales como el pensamiento crítico y la creatividad», advierte. Su mayor preocupación es el plagio académico: «Algunos estudiantes podrían usar la IA de forma deshonesta para crear ensayos completos, sin demostrar su verdadero aprendizaje».
VISIÓN EQUILIBRADA
Su conclusión es clara: «La IA es una herramienta que me ayuda a ser más eficiente, pero nunca debo delegar mi pensamiento crítico en ella. El verdadero aprendizaje viene del esfuerzo personal, de sentarse a estudiar, de razonar y desarrollar la disciplina que la IA no puede reemplazar». Para Juayek, la clave está en la moderación y el uso consciente de esta tecnología como complemento, no como sustituto del proceso educativo tradicional.