La Dra. Sofía Salada, técnica del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), explicó que el momento actual es clave y que la preparación previa es determinante para asegurar buenos resultados en la parición. "En el grueso del país las majadas están empezando las pariciones más fuertes ahora en esta primera quincena de septiembre", señaló la profesional.
Recordó que esta etapa inicial es crítica, ya que la oveja necesita suficiente energía para producir leche y garantizar que el cordero crezca de manera rápida y saludable. "Siempre hay que estar atentos a que esa oveja tenga la comida, la energía en esa comida, para generar esa leche y así asegurar un cordero que se desarrolle lo mejor posible", subrayó.
Consultada sobre si los productores todavía están a tiempo de realizar ajustes, Salada fue enfática: "La parición la organizamos en la encarnerada, y son cinco meses antes". A su entender, los problemas en esta etapa no pueden resolverse con medidas de último momento, sino que deben trabajarse con anticipación. "Si yo hago bien las cosas siete meses antes, siete meses después llego mucho más tranquilo. Si llego con baja condición corporal o con problemas sanitarios, las medidas que tome serán paliativas, no correctivas", explicó.
La veterinaria comparó esta situación con lo que ocurre en la salud humana: "Es como cuando te tomás un antigripal cuando ya estás con una gripe espantosa. Podés sobrellevar la situación, pero no vas a solucionar el problema de raíz". Por eso, insiste en que los deberes deben hacerse con anticipación: preparar la majada en condición corporal, revisar el estado sanitario y quedarse solo con los animales aptos, tanto en lo nutricional como en lo sanitario.
Uno de los cambios más significativos que ha registrado el sector es la mayor atención que se le brinda a la oveja. "Antes se tenía el concepto de que la oveja iba al último potrero del campo. Eso ya no es así. Ahora se prepara comida para la oveja y eso está bueno", destacó. También resaltó el uso de tecnologías y manejos que ayudan a reducir la pérdida de corderos.
En este sentido, subrayó la importancia del diagnóstico de gestación y de tomar medidas diferenciadas para los animales con más de un cordero. "Si una oveja tiene múltiple carga, la hago parir en un resguardo cerca de las casas, con un animal de guarda como un perro o una burra, con protección del viento sur y con alimentación disponible. Todo eso colabora", explicó. Según la profesional, se trata de un cambio cultural y de manejo que refleja una mejora en la visión productiva del rubro.
Respecto al cuidado del cordero recién nacido, la especialista insistió en la centralidad de la nutrición de la madre. "Si la madre está bien nutrida y tiene buena leche, el cordero va a desarrollar su sistema digestivo más rápido y empezará a ramonear antes. Así, cuando llegue el destete en verano, será un rumiante más tiempo y estará mejor preparado", puntualizó.
Para potenciar este proceso, la profesional recomienda estar atentos a la calidad de la alimentación. "Si tengo un verdecito, si tengo energía -me refiero a algún grano-, eso va a ayudar. En el ovino siempre es grano entero, porque tienen la máquina de moler en la boca, no necesitan grano molido", señaló.
A nivel sanitario, consideró que cada predio debe evaluar su situación particular. Hay establecimientos que no requieren dosificación antihelmíntica porque manejan bien la carga parasitaria, mientras que otros necesitan tomar medidas más urgentes. "Si vengo a ciegas, tengo que cubrirme. Lo mismo con las afecciones podales. Lo importante es que la majada esté en las mejores condiciones posibles para mitigar lo malo y potenciar lo bueno", afirmó.
Finalmente, Salada sostuvo que los avances logrados en la cría ovina son evidentes, pero aún queda mucho por mejorar. "Vamos en un camino de mejora que siempre es aún más mejorable", concluyó.

