En la primavera, cuando la naturaleza despierta y florece, muchas personas también experimentan un aumento en los síntomas de las alergias primaverales. Esta primavera es más desafiante para las personas con alergia al polen. Si tienes los ojos llorosos, ataques de estornudos y un picor insoportable de nariz, debes saber que la alergia estacional ya está aquí y con síntomas más intensos. Pero con una serie de medidas, puedes minimizar los síntomas y seguir disfrutando de la temporada sin contratiempos.
ALERGIAS MÁS COMUNES
Durante la primavera, algunas de las alergias más comunes incluyen:
Alergia al polen: El polen de árboles, hierbas y plantas en flor como el ciprés, el olivo o las gramíneas pueden desencadenar síntomas alérgicos en muchas personas sensibles.
Alergia al polvo: Con el aumento de la actividad al aire libre y la apertura de ventanas, el polvo y los ácaros del polvo pueden desencadenar reacciones alérgicas.
Alergia a los ácaros del polvo: Estos diminutos organismos pueden encontrarse en colchones, almohadas, alfombras y otros textiles, y son una causa común de alergias respiratorias.
Alergia a los mohos: La humedad y el calor de la primavera pueden promover el crecimiento de mohos en interiores y exteriores, desencadenando síntomas alérgicos en algunas personas.
SÍNTOMAS
Los síntomas de las alergias primaverales pueden variar de una persona a otra, pero algunos de los más comunes incluyen: Estornudos frecuentes, picazón en los ojos, nariz y garganta, congestión nasal y secreción nasal clara o acuosa