Por Adrián Canosa.
El pasado 10 de octubre se conmemoró el Día Mundial de la Salud Mental y como es sabido, Uruguay muestra cifras preocupantes en cuanto a intentos de suicidio o autoeliminaciones consumadas. La fecha pesa de alguna forma en la realidad nacional y también en la local salteña. Natalia Lucero, licenciada en psicología, habló con CAMBIO sobre algunas consideraciones en torno a los problemas de salud mental y por qué es relevante seguir ahondando en ella.
-¿Cómo está la realidad salteña en cuanto a recursos para tratar problemas de salud mental?
-La atención en salud mental a nivel departamental en nuestra ciudad ha tenido ciertos avances. Entre ellos el servicio de internación en Salud Mental, en el Hospital Regional Salto, y la incorporación de psicólogos en centros periféricos. Además de la red municipal “Salto y vos”, en donde se busca promover programas nacionales con un enfoque más bien comunitario y centrándose en la prevención. Además de la amplia difusión en redes que se hace a diario en función al tema de suicidio. Las charlas que se han generado en los diferentes centros de la localidad son llevadas a cabo por los estudiantes de la Facultad de Psicología, así como otros centros que promueven charlas sobre suicidio. Sin embargo, la realidad es que la demanda supera la capacidad de abordaje qué tenemos hasta el momento. Servicios saturados, cabe mencionar que no hay carencia de profesionales; lo que sí hay es falta de presupuesto para contratar a los mismos. La ausencia de profesionales genera demoras y discontinuidad en la atención” explicó Lucero.
-Siendo Uruguay un país con tasa de suicidios muy elevada, ¿Cuánto de esa realidad se refleja en Salto? ¿Cuáles son las principales causas de los desenlaces fatales?
-Sumado a la anterior pregunta, que tanto a nivel país como a nivel local hablamos de la misma problemática, se suma la dificultad a la accesibilidad. También el estigma que, aunque uno no pueda creer, el mismo personal que trabaja en la salud lo maneja como un tema tabú y condenable socialmente.
Salto presenta un promedio 26,1 suicidios cada cien mil habitantes, seguidos por los intentos de autoeliminación. Dentro de las causas principales, para mí en el puesto número 1 está la desigualdad económica. En segundo lugar, traumas relacionados a abusos, y problemas que vienen desde el contexto familiar. Y de ahí en más el estigma y muchos problemas que son atendidos como la depresión, ansiedad y otros trastornos crónicos. Y por supuesto el acceso limitado desde la falta de profesionales hasta el costo particular de las sesiones.
-¿Existen soluciones concretas a la problemática?
-Dentro de las posibles intervenciones, aumentar el número de profesionales. Fortalecer los servicios de internación. Una atención más accesible. Y por supuesto políticas integrales que tengan en cuenta factores sociales como el empleo, vivienda e inclusión”, dijo en primera instancia, para luego agregar “yo le sumaría además: las personas deben tener un lugar seguro. Ser conscientes de lo que consumen en redes. Y sobre todo tienen que encontrar el sentido de la vida.”
