Por Andrés Torterola.
La circulación de taxis irregulares en la ciudad de Salto sigue siendo un problema para las autoridades municipales y para los permisarios del servicio. La ordenanza de taxímetros establece que el transporte público de pasajeros en esta modalidad solo puede ser prestado por personas con el permiso correspondiente, habilitados y en vehículos autorizados por la Intendencia de Salto, los cuales deben contar con el su aparato taxímetro.
En diálogo con CAMBIO, Antonio De Souza, trabajador del sector, señaló que los reclamos de los taxistas formales son recurrentes y esperan que las nuevas autoridades tomen medidas concretas ante la persistencia de vehículos particulares que transportan pasajeros sin autorización.
“Estos autos se pueden ver especialmente a la salida de bailes y eventos, e incluso algunos se presentan identificados como Uber”, indicó.
INGRESAN A LA TERMINAL
De Souza recordó que tras la creación de la marca Taxi Naranja, gran parte de la ciudadanía tomó mayor conciencia sobre la importancia de utilizar taxis formales, ya que esa marca garantiza el uso del reloj taxímetro y el cobro de tarifas oficiales, en pesos y según el recorrido realizado. “En ese sentido hubo una mejora notoria en el funcionamiento del servicio”, afirmó.
Sin embargo, los llamados taxis ‘truchos’ continúan circulando con total impunidad por distintos puntos de la ciudad. “Entran a la terminal, dejan pasajeros y levantan a otros frente a las propias paradas de taxis habilitados. En la zona de los bailes directamente es “tierra de ellos”, expresó con preocupación.
El trabajador criticó además la falta de controles durante la administración anterior, señalando que hubo “silencio cómplice” ante la informalidad y también ante algunos taxistas que no cumplían correctamente con las tarifas, cobrando montos excesivos. Recordó que el artículo 11 del decreto establece que la Intendencia debe realizar un estudio anual de las unidades, algo que, según dijo, no se ha cumplido.
MULTAS
Asimismo, denunció que existen casos de conductores que trabajan en empresas de taxis y que, una vez finalizado su turno, utilizan sus vehículos particulares como Uber, incluso con calcomanías identificativas de este tipo de servicio.
Según dijo, esta situación se ha vuelto cada vez más frecuente y afecta directamente a quienes trabajan dentro del marco legal, ya que “mientras unos cumplen con todos los requisitos y controles, otros operan sin permisos, sin seguros y sin pagar los tributos correspondientes”.
Finalmente, recordó que el artículo 42 de la normativa vigente prohíbe expresamente el transporte de pasajeros mediante pago en vehículos no autorizados. En caso de constatarse la infracción, se aplicará al propietario del vehículo una multa de 35 UR y se procederá a la retención de las chapas matrícula hasta que se efectúe el pago total de la sanción.
