La producción de alimentos de manera sostenible y con valor agregado se ha consolidado como un imperativo en los mercados actuales. En este contexto, el sector hortícola de Uruguay ha dado un paso importante al introducir al mercado un tomate certificado bajo Normas de Producción Integrada (PI) con el uso de bioinsumos. Esta iniciativa, que surgió del Proyecto FPTA 344 (2017-2021) y fue impulsada por el FPTA 383, representa la validación y transferencia de tecnologías orientadas hacia un Manejo Integrado de Plagas y Enfermedades (MIP).
La certificación de Producción Integrada toma como marco las Buenas Prácticas Agrícolas y contribuye de manera directa a la sostenibilidad en sus dimensiones ambiental, económica y social. Es el resultado de un esfuerzo colaborativo entre equipos técnicos interinstitucionales, incluyendo INIA, la Dirección General de la Granja (DIGEGRA) del MGAP y FAGRO.
Primera Etapa
El avance más notorio se concretó en la zafra 2024-2025, cuando un grupo de 12 productores y productoras, manifestó su voluntad y transitó favorablemente el exigente proceso para certificar su producción de tomate. Esta certificación oficial tiene una vigencia de un año.
Para alcanzar este estándar, los productores deben comprometerse con las Directivas generales para la producción hortícola y las normas específicas para el tomate (y el morrón) bajo invernadero, las cuales fueron aprobadas oficialmente en 2023. La implementación requiere de un monitoreo sistemático de la evolución de plagas y enfermedades, junto con el registro detallado de todas las actividades de manejo agronómico.
El cumplimiento de las normas se verifica mediante auditorías. Los postulantes deben cumplir con todos los puntos denominados Obligatorios 1 y, al menos, con el 70 % de los Obligatorios 2, además de realizar análisis de residuos de fitosanitarios en los frutos, y análisis de suelo y calidad de agua.
Bioinsumos
La diferenciación de este producto en el mercado radica en la implementación de tecnologías validadas que buscan una producción más inocua y sostenible. La herramienta central en este nuevo enfoque ha sido la incorporación de bioinsumos, lo cual ha resultado clave para el manejo integrado de plagas y enfermedades, y ha permitido reducir el uso de fitosanitarios de síntesis química.
Los bioinsumos utilizados son diversos, promoviendo la gestión biológica de los cultivos. Entre ellos se encuentran: Hongos entomopatógenos y antagonistas. Insectos predadores y parasitoides. Bacterias y promotores de crecimiento. Semioquímicos, que se emplean para el trampeo y monitoreo de plagas.
Además de los insumos biológicos, las normas promueven prácticas culturales específicas destinadas a fomentar la diversidad en el suelo y el ambiente. Esto incluye la incorporación de abonos verdes, compost y enmiendas orgánicas, así como la utilización de florales y plantas banker o reservorio de enemigos naturales. Al integrar estas prácticas con el monitoreo constante y la asistencia técnica, se fortalece el camino hacia sistemas de producción más resilientes.
Un camino de transformación
El éxito de esta experiencia piloto, que culminó con la obtención de los certificados para el grupo inicial de productores, tiene un efecto multiplicador. El equipo técnico del proyecto destaca que el avance ha estimulado a más productores a sumarse a esta iniciativa de certificación.
Actualmente, los equipos técnicos trabajan en la ampliación del alcance de los certificados ya emitidos para incluir el cultivo de morrón (pimiento), consolidando la Producción Integrada como una estrategia de diferenciación sectorial y de mejora continua. Este enfoque no solo busca responder a las demandas de los consumidores por alimentos más seguros, sino que también garantiza la sostenibilidad ambiental y social de los predios, ofreciendo una clara vía para que los productos de la granja incorporen valor agregado en un mercado competitivo.
"La incorporación de bioinsumos ha sido una herramienta clave en el manejo integrado de plagas y enfermedades, que ha permitido reducir el uso de fitosanitarios de síntesis química, logrando así una producción más inocua y sostenible."