
El mayor impacto de una ola de calor recae en la salud de las personas debido a enfermedades relacionadas con las altas temperaturas como deshidratación, insolación e incluso la muerte y esto a su vez impacta en la economía, ya que la productividad laboral disminuye. Por otro lado, en términos de impacto energético, una ola de calor eleva el consumo eléctrico para mantener encendidos por más tiempo los ventiladores, aires acondicionados y sistemas de refrigeración. Este consumo prolongado de energía eléctrica con varios dispositivos y electrodomésticos funcionando al mismo tiempo, puede ocasionar apagones por sobrecalentamiento o cortes del suministro en algunas regiones.
IMPACTO
Adicionalmente, una ola de calor impacta en el incremento del recibo de luz porque, al exceder un usuario el límite de consumo, se le aplica una tarifa más elevada. El aumento del consumo de energía durante las olas de calor puede tener las siguientes consecuencias:
-Sobrecarga de las instalaciones con posibilidad de sufrir fallos o daños en protecciones y equipos.
-Aumento en los costos de mantenimiento de equipos y sistemas eléctricos con costos ligados por paros imprevistos.
-Cuando la demanda de electricidad supera la capacidad de generación y distribución, las redes eléctricas pueden colapsar, resultando en cortes de energía que afectan tanto a residencias como a negocios y plantas de producción.
-Retrasos en arreglar las fallas, ya que no pueden responder a todos los cortes de luz o apagones en el momento en que ocurren.