Por Carlos Silva
En un mundo en constante cambio, las ciudades enfrentan el desafío de ser motores de desarrollo económico y social sin comprometer los recursos de las futuras generaciones. En Salto, un departamento con una rica historia como capital del interior y cuna de grandes avances en el país, tenemos una oportunidad única para liderar esta transformación desde el norte de Uruguay.
Hoy, Salto necesita reimaginarse, aprovechar su potencial y adaptarse a los tiempos modernos. Tenemos herramientas que antes eran impensables: las nuevas tecnologías, la economía verde y el turismo inteligente. Estas no solo ofrecen un camino hacia el desarrollo sostenible, sino que también pueden ser una fuente directa de empleo, oportunidades y orgullo para nuestra gente.
Por ejemplo, el turismo termal, un pilar histórico de la economía salteña, puede revitalizarse con la implementación de tecnología avanzada. Imaginemos un sistema digital donde los visitantes puedan personalizar su experiencia desde sus teléfonos, accediendo a paquetes inteligentes que integren termas, recorridos históricos y visitas a bodegas locales. Esto no solo atraería más turistas, sino que generaría más empleos en sectores como la gastronomía, hotelería y los demás servicios turísticos.
Además, Salto puede convertirse en un modelo de sostenibilidad al incorporar energías renovables en sus servicios públicos. Pensemos en sistemas de iluminación LED en toda la ciudad alimentados por energía solar, o la creación de un parque industrial ecológico que incentive la instalación de empresas sostenibles. Estos proyectos atraerían inversión, generarían empleo y posicionarían a Salto como un ejemplo en el interior del país.
En términos de vivienda, la inversión en barrios privados y desarrollos inmobiliarios inteligentes también tiene un potencial enorme para nuestra comunidad. Al planificar barrios con energías limpias y espacios verdes, no solo ofrecemos calidad de vida a los habitantes, sino que también impulsamos el sector de la construcción, generando cientos de empleos directos e indirectos que tanto necesitamos hoy en nuestro departamento.
Sin embargo, estos proyectos necesitan más que una visión. Requieren de líderes comprometidos que trabajen en conjunto con los gobiernos locales y nacionales, con empresarios y, sobre todo, con los Salteños. Es hora de salir del estancamiento y proyectar a Salto como la ciudad pujante que siempre fue.
En esta campaña, nuestra propuesta es clara: queremos un Salto que mire hacia el futuro con optimismo, donde las oportunidades se multipliquen y el desarrollo llegue a cada rincón del departamento. Apostamos a un liderazgo que no solo gestione, sino que sueñe, planifique y construya junto con su gente.
El cambio está en nuestras manos. Salto puede y debe liderar el camino hacia un futuro sostenible, lleno de oportunidades para nuestra gente y las generaciones venideras. Nosotros nos comprometemos con este futuro, pero lo decidimos entre todos, el cambio empieza con Carlos Albisu Intendente.
