Por Pablo D. Vela
Ha llegado finalmente la última columna previa a lo que serán las elecciones del próximo domingo de la que saldrá nuestro próximo Intendente.
Probablemente han escuchado por diferentes medios a todos los candidatos, más con ataques y críticas que con propuestas pero escuchado al fin.
En esta semana todo eso pasa a un segundo plano ya que los aparatos de estructura grandes o muy grandes salen con la más miserable de las estratégicas: el voto por algo a cambio.
Por eso desde la lista 9007, la lista del senador Zubía, la lista de la frontalidad y la del apoyo a Marcelo Malaquina invitamos a pensar al menos un día, un rato de ésta última semana de ebullición electoral, sobre que nos conviene como sociedad.
Ya hemos expresado que podemos entender a los salteños sometidos a ésta ordinaria y humillante forma de hacer política por las condiciones de necesidad en las que se ven hoy en día, aunque deben saber en el “cuarto oscuro” nadie los mira. Son absolutamente libres de elegir a quién consideren más apto para sacar el Departamento de Salto del estado inerte, vegetativo, al que nos llevó el Dr. Andrés Lima y todos sus seguidores que sorprendidos por la responsabilidad recibida no supieron ni quisieron trabajar por Salto.
Dos bloques, dos propuestas diferentes, dos destinos diferentes para el departamento: continuar siendo líderes en indicadores negativos o ser nuevamente líderes en materia de infraestructura, Turismo, Cultura, Deporte, gestores de empleo (no en la Intendencia está claro, fomentar empleo privado), etc.
Más claro aún, las tres opciones que ofrece el Frente Amplio son más de lo mismo pero tomando esa frase “más de lo mismo” nunca mejor dicha. Dos candidatos (Lima y Chiriff) son directa o indirectamente responsables de la situación lamentable actual del departamento (porque tienen en sus fórmulas a personas responsables actualmente de la administración departamental): la que triplicó deuda pero además no supo gestionar el aumento de millones de pesos que viene recibiendo la Intendencia de Salto en los últimos cinco años. No se ve reflejado el aumento de ingreso de recursos económicos en el servicio que recibimos los salteños, ni hablar de pedir mejores gestiones en Turismo, Cultura, Deporte o ser parte de la solución en materia de empleo. La tercera opción (Fonticiella) ya tuvo su oportunidad y a pesar de venir de años de lucha contra el clientelismo, el nepotismo y ser defensor del pueblo: tiene el record de ingresos a la Intendencia (¡sí, más que Andrés Lima!), su mano derecha resultó un familiar directo sin preparación en la materia (Marcelo Fonticiella/Turismo), fuimos conocidos en el país por haber sido un departamento con dos intendente el mismo día (licencia mal otorgada ¿?) y así poder efectivizar la compra de un inmueble a un familiar directo de unos de los dos intendentes que estaban ejerciendo, inmueble que nunca sirvió para lo que se decía se iba a destinar, etc.
Ya sabemos de lo que son capaces.
Por otro lado: declaración de emergencia vial y solicitud de recursos para poner a Salto sobre calles y caminos transitables, creación de un Parque Agroindustrial y Tecnológico para atraer la inversiones que hoy se van al sur del país, proyección de la Cultura, el Turismo y el Deporte en beneficio de empleos y para mayor ingresos a las arcas de la Intendencia para volcar en los servicios públicos, eliminación del Vertedero Municipal a cielo abierto, replanteo de los sistema de prevención de catástrofes o eventos climáticos en el extremo este d la ciudad y así 250 medidas concretas más.
Por esto es que pedimos pensar el voto, que nos sea útil, que los salteños tengamos la certeza que nuestro voto servirá para levantar un departamento hermoso, hoy en la sombras.
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