Por Pablo Perna
No, no peligran. El problema que existe hoy con la CJPPU es el mismo que existía en el Uruguay con las jubilaciones y pensiones administradas por el BPS, pero antes que colapsara el sistema se lo toma a tiempo y de la mano del Presidente Julio María Sanguinetti se procede a la reforma jubilatoria en 1995 aprobándose la ley 16.713 que establece un nuevo sistema de solventar el régimen de retiro de los uruguayos.
¿Cómo se solucionó el problema? La forma de financiamiento del BPS hasta 1995 era el llamado “de reparto” o de “solidaridad intergeneracional”, que significaba que los que estaban en actividad y aportaban al BPS, con ese mismo dinero se les pagaba a los jubilados y pensionistas. Desde la nueva ley se crea el sistema llamado “mixto”, donde se establecen franjas, los que menos ganan se seguirán basando por el sistema de “solidaridad intergeneracional”, pero los que superen esa franja aportarían para su propia jubilación, mediante lo que se llama “ahorro individual”, todos los meses lo que se le descuenta en el sueldo al trabajador ahora estaría destinada y administrado por una AFAP. Hasta ahora es el sistema que viene funcionando.
¿Qué sucede con la CJPPU? La Caja Profesional no se ha actualizado hasta la fecha como lo ha hecho correctamente el BPS hace más de 30 años, en virtud que los profesionales siguen aportando por el sistema de “generación intergeneracional”, esto significa que los profesionales activos solventan a los pasivos, por lo que era obvio que el sistema colapsaría y que hoy la CJPPU manifieste que hasta agosto tenga fondos para hacer frentes a sus responsabilidades. La CJPPU viene perdiendo hace años un promedio de 6 millones de dólares mensuales, en el Uruguay existen 170.000 profesionales, de ese número 60.000 aportan a la Caja Profesional, 90.000 aportan al BPS por ser profesionales que trabajan en relación de dependencia; y el resto no se encuentran en ejercicio, y cada mes esos números empeoran.
Lo que se puede cuestionar es la responsabilidad moral y eventualmente civil y penal de los Directores que pasaron por la CJPPU, que durante años se enriquecieron cobrando sueldos mejores que los de un ministro de Estado y que no advirtieron y actuaron a tiempo para evitar la crisis. Al no haberlo hecho hoy responsabilizan a la clase política para que les solucione el problema, cuando son ellos los verdaderos responsables de este fiasco el que todos conocimos pero las autoridades nada hicieron al respecto.
¿Cuáles son las salidas hoy? Las soluciones van desde el aumento de timbres profesionales, el aumento de las tasas de aportes de los activos, nuevo aportes independientemente del IASS para los pasivos, nuevas escalas de fictos, revisión del cálculo de jubilaciones, la incorporación de profesionales en relación de dependencia que aportan al BPS para que aporten a la CJPPU, entre otros.
¿Qué sucede si no se llega a un acuerdo político? Al igual que sucede con la Caja Militar donde su déficit es crónico y todos los años Rentas Generales vuelca millones de dólares para solventarla, el Estado está obligado por el Art. 67 de la Constitución de la República de garantizar el pago de las jubilaciones y pensiones de los uruguayos, donde la CJPPU no está exenta. Por los motivos expuestos no deberían peligrar las jubilaciones y pensiones de los profesionales universitarios, pero esperemos a los próximos acontecimientos políticos.
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