viernes 22 de noviembre, 2024
  • 8 am

Imaginación

Padre Martín Ponce de León
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Padre Martín Ponce de León

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Sol

Por el Padre Martín Ponce De León
Todos hemos utilizado la imaginación.
Una capacidad que está en nuestro interior.
Una capacidad que muchas veces no logramos controlarla.
En oportunidades le dejamos volar y descubrimos que posee capacidades asombrosas.
No necesitamos haber vivido determinadas situaciones para que la imaginación nos permita suponerlas.
No necesariamente, la imaginación, dice de experiencias ya vividas.
En oportunidades son realidades que inventamos, suponemos o creemos.
En oportunidades son sensaciones que nunca experimentamos pero podemos, imaginación mediante, casi ponerlas a flor de piel.
Gracias a la imaginación podemos descubrir como mucho de lo escuchado o leído se ha quedado en nuestro interior.
Gracias a la imaginación podemos volar mucho más allá de la realidad.
La imaginación nos permite ver realidades que son únicamente nuestras.
Podemos descubrir mariposas en una mano hecha saludo.
Podemos descubrir a los caracoles trepar construyendo encajes.
Podemos descubrir a las flores regalándonos su sonrisa.
La imaginación nos permite vivir situaciones que nunca se dieron y que, tal vez, nunca se darán.
Es indudable que no todos poseen una imaginación con igual capacidad de vuelo.
Existen quienes se limitan a permitirse vuelos pesados y casi a ras del suelo.
Están quienes, desde el uso de la imaginación, tener vuelos extremadamente altos y prolongados.
Están quienes nunca permiten a su imaginación crecer.
Están quienes nunca la alimentan o le permiten ejercitarse.
Pero también están quienes no saben distinguir entre lo que es producto de la imaginación y la realidad.
Se puede imaginar el rostro de una persona en una torcacita pero la misma siempre será una torcacita.
Se puede imaginar la más increíble de las aventuras pero la misma solamente será producto de nuestra imaginación.
Existen quienes poseen una imaginación enferma puesto no le permite saber distinguir lo de ella con la realidad.
Actúan y viven como si lo de su imaginación fuese realidad.
En oportunidades palabras que han imaginado las repiten como si fuesen verdaderas.
En oportunidades gestos reales que interpretan desde su imaginación los viven como si su interpretación fuesen la verdad.
Está muy bueno dejar volar la imaginación siempre que se sepa manejar a la misma.
Nunca se debe perder de vista lo que ella es.
Nunca se debe tomar como medida de nuestro actuar.
Nunca se puede vivir inmerso en el mundo de la imaginación.
Por más que la imaginación se nutra de la realidad nunca es ella misma.
Por más vuelo que se pueda dar a la imaginación jamás ello nos ayudará a ser mejores personas.
La imaginación nos ayuda a “darle color” a diversas situaciones de la realidad.
La imaginación nos ayuda a ver más allá de las mismas cosas.
La imaginación es lo que permite crecer en la poesía.
Enriquece nuestro lenguaje.
Nos ayuda a descubrir que no podemos conformarnos con lo que la realidad nos muestra.
Nos ayuda a disfrutar realidades pequeñas como si fuesen grandes e importantes.
Todos tenemos imaginación.
Necesitamos aprender a saber dejar volarla sin que ello nos dañe.
Necesitamos aprender a verla volar y disfrutar tales vuelos sin confundirla.
La imaginación no puede nunca alejarnos de la realidad pero que lindo es permitir que la misma sea parte nuestra vida para verla mejor.