martes 30 de abril, 2024
  • 8 am

TLC Uruguay – China, a la espera de un próspero acuerdo

Juan Carlos Ambrosoni
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Juan Carlos Ambrosoni

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Por Juan Carlos Ambrosoni
Nos encontramos inmersos en un mundo globalizado, que no para de avanzar, crecer y modernizarse constantemente. Esta es la tendencia que se afirma año a año, donde los que carecen de poder tienden a quedar marginados y reducidos a la esfera de lo tradicional, de lo que va convirtiéndose en obsoleto. Las grandes potencias no te esperan, te subes a su barco y adhieres a ellas junto a un abanico de oportunidades o, nuevamente, te atas a lo convencional.
Escasos días atrás, más precisamente el martes, el Presidente Luis Lacalle Pou dio un “batacazo”, una noticia que impactó a propios y ajenos, de este y del otro lado del Río. Anunció a los socios de la Coalición de Gobierno los avances con la República Popular China para negociar con el cometido de firmar y establecer un Tratado de Libre Comercio (TLC). Pero, ¿qué es un TLC? en palabras prontas y claras es un acuerdo entre dos países para intercambiar libremente y sin restricciones productos nacionales con el objetivo de reducir los aranceles aduaneros y todo tipo de traba que limite la relación. Numerosos beneficios podrían traer aparejados consigo como el aumento del comercio y la inversión de las empresas extranjeras, las facilidades que brindan estos pactos para exportar e importar con el eventual socio, se trata de eliminar barreras y estimular la producción junto a una competencia interna.
Se abre un nuevo escenario, una nueva oportunidad, que en años y administraciones anteriores no prosperaron, o en algún caso, no se quiso que así sea. Cuando en noviembre de 2019 se consensuó el compromiso por el país firmado por todos los partidos políticos integrantes de esta coalición, se afirmaba en el punto Nº 5 del mismo documento, la urgente inserción internacional con el fin de construir mercados e instaurar alianzas. “Tras años de una política exterior movida por las afinidades ideológicas, el país ha quedado encerrado en un Mercosur bloqueado y aislado del mundo. Las condiciones en las que podemos entrar a muchos mercados hacen que nuestros productos no sean competitivos. Una mala política comercial repercute negativamente sobre el empleo, sobre la inversión y sobre las condiciones de vida de los uruguayos”. Se pide a gritos una flexibilización y modernización del Mercosur, ya se ha expresado públicamente por parte de nuestro mandatario, para que nos permita establecer vínculos bilateralmente con el resto de los países y no estar ligados a un bloque que nos irrumpe el avance. Pensemos en unos minutos lo que se alcanzaría favorecer el territorio nacional con acuerdos de este tipo con otras naciones, hoy podría ser China, el día de mañana quizás sea otro. Los beneficios nos esperan, la sociedad también.
De las palabras a los hechos, negociar a lo largo y ancho de todo planeta. Hoy el Uruguay va en viaje a ello, lo que se estableció como uno de los principales objetivos en campaña comienza a salir a la luz luego de muchos meses de trabajo, o al menos sus evidentes y contundentes intenciones. De todos modos, el camino está trazado, con pasos firmes e ideas claras es que se camina rumbo a él, hacia una urgente y esperada inserción mundial.