JMS, marca registrada
Por Juan Carlos Ambrosoni
Demócrata, Republicano y a su vez un gran Estatista. Presidente, político de todas las horas, Doctor en Derecho, escritor y poseedor de una pluma sublime (quizás por su inmenso intelecto), pero por encima todo, periodista, oficio que ejerce desde la adolescencia y que tanto estima. Un apasionado del Arte como muy pocos, de Peñarol y Batllista. Estamos hablando de una de las personalidades más importantes de la historia del Uruguay, no tenga dudas, un testigo en primera persona del Neobatllismo, ese que impulsó su tan querido Luis Batlle Berres hasta su significativo rol en el actual gobierno. Muchas etapas en el medio, las más complejas del pasado reciente, una vida entera a dedicación de los asuntos cívicos del territorio nacional. Julio María Sanguinetti y un nuevo aniversario de su llegada al mundo.
Mucho sabemos sobre lo que representa su figura. Lo más común es verlo en diversos lugares o tras una pantalla, hecho que conlleva a que un ciudadano promedio automáticamente comente “es admirable lo que hace a su edad”, y sí, es de destacar su incansable lucha por el porvenir. De aquel muchacho que escribía a sus 17 años en el semanario Canelones a ser tres veces Diputado, electo en dos oportunidades Senador, estar al frente de dos ministerios –en momentos muy complejos de la soberanía nacional y donde no le tembló el pulso para retirarse del Gabinete-y tener el honor de ejercer la Primera Magistratura en dos ocasiones. Todo eso ha sido, es y será Julio María Sanguinetti, una institución misma.
Hoy, en fecha de su cumpleaños Nº 86 mucho se podría platicar de él, pero si hay algo que destaca un joven de este Señor es su papel en la vuelta democrática en 1985 y su vínculo con la juventud. Primero: los militares se quisieron legitimar en el año 1980 a través de su proyecto constitucional, problema que no sucedió porque el pueblo dijo NO. Sin embargo, los castrenses se mantenían sólidos en el poder de una dictadura que duró 13 vueltas al sol. El escenario se configuraba propicio a una transformación de régimen, aunque no garantizado, lejos de estarlo ya que al firme mando de las riendas del aparato estatal seguían los uniformados de verde. Pasaba el tiempo y se hacía cada vez más necesario el dialogo, en el 83 las negociaciones del Parque Hotel no llegaron a buen puerto, pero si las del Club Naval al siguiente año, donde a pesar de que un sector de la sociedad confiaba en que el gobierno iba a caer por sí solo, distante estaba eso de la realidad, diversas fuerzas políticas pactaron y sellaron el retorno a la democracia. JMS con la mesura que lo caracteriza fue participe protagonista, propuso el cambio en Paz y lo logró, suceso que llevara a que la ciudadanía le brindara el voto y a si su primera administración que tan bien timoneó. Segundo: su relación con los jóvenes. Habla muy bien sobre un individuo el dejar la comodidad de su casa para reunirse con 2, 6 o 300 jóvenes para hablar del futuro, del país, de la importancia de las instituciones y tantos otros temas que los apasiona y une con el único objetivo de enseñar. Julio María es el nexo entre los adolecentes y el Uruguay de mitad de siglo XX en adelante, una imagen viva y nítida de todos esos años, uno de los personajes principales de esa historia, o así lo ve con admiración y fascinación quien escribe.
Por todo esto y muchas más ¡Feliz cumpleaños, Presidente!