Peatonal a Daymán
La Gaviota, si hay una entrada a Salto muy bella, es la llegada por ruta tres, desde el sur. Seguramente fue un gran acierto del intendente de turno y la buena colaboración de Salto Grande con su maquinaria y todos aquellos que tuvieron la idea y colaboraron, llevar una obra de arte de esta calidad, del Ingeniero Eladio Dieste, a este lugar con su rotonda, muy necesaria. Fue muy aplaudido en su momento. A esto se agrega, hace pocos años una ciclovía para peatones hasta las Termas de Daymán. Otro acierto del intendente de turno, que mucho disfruta la gente.
Pero al igual que el planteo que les hiciera la pasada semana, sobre el pasaje peligroso de peatones por el puente de alta creciente que sale hacia Costanera Sur, en este caso tenemos el peligro de pasar en la zona La Gaviota hacia el peatonal que sale al sur. Sin duda que en estas obras los ingenieros de turno, no han pensado en los peatones. La zona con la rotonda ha conseguido una fluida circulación hacia la ciudad, hacia el bypass y hacia Pascual Harriague. Pero es casi imposible que los cientos de peatones que disfrutan de esta zona y su caminata, tan saludable, logren cruzar la ruta 3 sin peligro.
De ahora en más, los encargados de obras, el intendente, los funcionarios de cultura de la intendencia, respaldados por las fuerzas vivas y vecinos, tendrán que buscar urgente una solución. Que alguien se haga cargo, dicen algunos desde afuera, ya que si hay accidentes será difícil encontrar al responsable. Atención por favor, todos debemos reclamar, para despertar o crear conciencia.
Se me ocurre que de pronto, en una inspiración valiosa, alguien recurra a un escultor como mi amigo tan famoso hoy, Diego Santurio, con obras en todo el país, en China inaugurada por Tabaré Vásquez, y que nos acaba de sorprender con lo realizado en Salto Chico.
Logró algo muy hermoso, que será sin duda famoso, en homenaje al Éxodo del Pueblo Oriental.
Sería, un pasaje elevado, para peatones, que armonice con La Gaviota, mostrando a los visitantes, las virtudes de un pueblo culto.
Juan Manuel Bartaburu
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