Baile, sonrisas y magia: el carnaval detrás de escena, ensayos, ideas y sacrificios de las Escuelas de Samba
Por Melisa Ferradini.
Verónica Palacios tiene 43 años. Madrina de batería en la escuela de samba Imperio de Salto y en la escuela de samba Rampla de Artigas como figura de destaque. Es jefa de control interno en el área contable en la Empresa Constructora Cujó hace 20 años. Cuando tenía 35 años comenzó a participar en Imperio de Samba, fue la primera vez que desfiló en nuestro departamento. Hace 16 años que desfila en el departamento de Artigas en la escuela de Samba Rampla del barrio Rampla. Participa junto a 1300 integrantes. Este año desfila nuevamente junto a Camila Fernández y Daniela Marín como trillizas en dicha escuela. Enero y febrero son símbolos de carnavales y aprovechando la especial ocasión, CAMBIO entrevistó a Verónica Palacios que nos comparte su pasión por el carnaval y como lo vive desde adentro.
-¿Cuándo comenzó su pasión por el carnaval?
-A mí me gusta el carnaval desde que era chica. Crecí y parte de mi adolescencia la viví en el barrio La Estrella. Cuando tenía 11 años me mude para ahí. A media cuadra de mi casa la comparsa La Estrella ensayaba todos los días cuando llegaba la época de Carnaval. La diversión de la tardecita noche era ir a ver los ensayos. Mis hermanos participaron todos o tocando la batería o el repique, a mí no me dejaban mis padres salir. Entonces era como un debe que tenía desde cuando era chica. Cuando cumplí 27 años me dije yo necesito cumplir este sueño y comencé a vivirlo. Ahí realice algunos contactos y a través de Álvaro Mendoza logré llegar a integrar la escuela de samba de Rampla. Era un carnaval el de Artigas que no lo conocía y de lo fantástico que era lo sabía por los comentarios de la gente. Era mi primera vez que participé de la concentración y ahí tuve que aprender a cantar en portugués. A través del baile y las canciones tienes que saber lo que transmitís con la letra de las mismas. Ahí comenzó mi experiencia con momentos y sensaciones inolvidables hasta ahora. Desfilar para mí es una pasión.
-¿Cómo está viviendo la previa del evento del carnaval 2023?
-Los tiempos previos son muy movidos. Tienes un montón de actividades. Se hacen eventos con shows, se realizan ensayos con armonía que es cuando comienzas a practicar y la gente empieza a cantar con la batería. Empezar a combinar que toda la escuela empiece a estar toda junta. En realidad empiezas a ensayar en octubre. Empecé a ensayar mucho con Imperio este año que fuimos a participar de un Encuentro Internacional de Baterías. Hacen unos días de mucho frío y vamos a ensayar. Vas y ensayas. Pero en realidad cuanto más se aproxima la fecha del ensayo es cuanto más esta armada la escuela de samba. La gente se integra a los ensayos y van viendo cómo se va armando todo y sus detalles; los trajes, los bailes y las letras de las canciones. El barrio participa.
-¿Cómo es el proceso del primer día de ensayo hasta el día del desfile inaugural?
-Te cuento mi vivencia personal. El primer día lo vivimos en marzo. Finalizó el carnaval y nosotros en marzo estamos teniendo las primeras reuniones. Ya comenzamos a hablar de la temática. Donde estamos eligiendo los colores de los trajes que pueden ser o no. Con un abanico de posibilidades de tareas y cosas comenzamos a trabajar. Ya vas sabiendo con tiempo que color te toca y que vas a representar. Se empieza con la compra de materiales, los carros y empiezas a armar y tener contactos para tener durante el año el armado de la escuela. Es un trabajo muy duro que lleva mucho tiempo. Lleva mucho dinero también. Los precios de los premios a veces no condicen con los costos por ejemplo de los trajes. Es un trabajo muy arduo y muy costos.
-¿El trabajo detrás de una escuela de Samba no se ve…nos podría contar como es?
-Nosotros en Imperio tenemos un carnavalesco, es una persona que se ocupa de armar la escuela, de armar la temática, diseñar los trajes y diseñar los carros. Él es de la ciudad de Porto Alegre. Es la persona que se ocupa de darle fantasía y la temática que se elige ese año en la escuela. Nosotros trabajamos conectados con él. Estos últimos años Imperio estaba elaborando su propia fantasía. Hay tareas que la escuela realiza y otras que se mandan a realizar. Dentro de la escuela se trabaja en equipo. El carnavalesco nos visita periódicamente durante el año. Se diseñan los trajes el los muestra y nosotros evaluamos si nos gusta o no. También le mostramos lo que queremos, el los crea nos muestra y vemos que cambios le hacemos si hay que hacerles. Ahí quedan terminados los distintos trajes de la escuela. Después luego armamos un atelier lo montamos y ahí viaja el carnavalesco trae su equipo de trabajo y la gente de la escuela. Nos turnamos y durante 20 días previos al carnaval se arma la escuela completa.
“La diferencia con Artigas es que ellos viven para el carnaval, nosotros lo hacemos por amor”
-¿Cómo describiría a las escuelas de samba que participa tanto la de Salto como la de Artigas?
-La diferencia más grande es que nosotros tenemos un carnaval diferente. Tenemos que partir de que en Artigas la gente vive para su carnaval.
Es su prioridad cuando ese evento se desarrolla. En Salto no. Acá lo que hacemos es lo que hacemos por amor al arte. No se tiene mucho apoyo, ni sponsors, etc. En Artigas hay una estructura muy grande y muy organizada acompañado por la Intendencia. Hay una comisión que trabaja junto a las escuelas de samba que acá no hay. Que está conformada por los presidentes de las escuelas. Es una organización muy grande. Para el departamento es el evento más importante que tienen durante el año. Hay una diferencia en la organización. En Artigas participa toda la familia; el tío, el abuelo, el hermano, todos. Acá los que participamos tenemos mucho amor propio.
-Este año hay cambios, variedades en nuestra fiesta del carnaval. ¿Qué expectativas tiene para esos días?
– En realidad nosotros no hemos visto una evolución en el tema de la samba. Se trabajó muchos durante todos estos años para poder tener un lugar propio para desfilar.
Eso a nosotros no nos ayuda a evolucionar. Se entiende que volver al desfile por calle Uruguay es para el pueblo. Pasa por un tema fisco y económico. Son muchos eventos y muchos desfiles y realmente bailar en una escuela de samba, bailar en un candombe por muchas cuadras, implica mucho desgaste físico.
Las mochilas que nosotros llevamos donde van las plumas tienen mucho peso. Te machucás, no es algo que vos puedas decir físicamente puedo hacerlo no hay ningún problema.
Tiene otras consecuencias que no es solamente el show que vos estas presentando. Eso también te limita a realizar espectáculos más largos. Sino en el carnaval de Río de Janeiro lo harían, no se compara. Si son los carnavales más grandes lo harían más días. En Artigas oficialmente son tres días de desfile y luego el desfile de la escuela de samba campeona y se termina.
-Alguna anécdota para compartir con nosotros…
-Me ha pasado de todo. Recuerdo que un desfile en Artigas se me rompió la sandalia en las últimas cuadras y no podes parar.
Entonces desfilé con un pie arrastrando. Se te rompe la mochila y seguís bailando. Hay una adrenalina extra que no sientes dolor. No importa lo que te pase vos seguís.