Dr. César Suárez
Colegio Médico
del Uruguay
Regional Norte
Cada sociedad se construye con la participación de todas las personas que habitan cada comunidad y de acuerdo al perfil de cada uno de sus integrantes se establece una suerte de personalidad de cada comunidad que la hace diferente a otra comunidad, y que es consecuencia del promedio del esfuerzo, la indiferencia, o la desidia de sus integrantes.
Cada individuo, independientemente de la tarea que ha elegido o le ha tocado, tiene su forma de ser, su personalidad, sus virtudes, sus defectos, sus circunstancias, sus estados de ánimo, sus conquistas y sus fracasos, un combo complejo que inevitablemente incide en su forma de ser y en su forma de actuar de la cual no escapa ninguna profesión independientemente de que sea simple o compleja.
Los seres humanos somos así, físicamente y emocionalmente vulnerables pero la gran mayoría se las arregla para salir adelante como puede, aunque hay circunstancia que desbordan tanto del punto de vista físico y emocional a muchas personas.
Hoy día se reconoce que una persona que sufre una enfermedad física debe disponer de una licencia médica mientras se recupera y recibir por consiguiente los beneficios de la seguridad social para que pueda seguir sobreviviendo, pero no es tan así cuando sufre situaciones emocionales que los desbordan y en ocasiones se ven tentados a consumir sustancias sicoactivas o alcohol para intentar de aliviar las penas.
Hay una diversidad enorme de profesiones en cada comunidad y cada día se agregan más referidas a la irrupción constantes de nuevas tecnologías que hacen que algunas tareas vayan perdiendo demanda y otras nuevas toman su lugar lo que ha llevado últimamente, a diferencia de lo que sucedía antes, que un joven de no más de 30 años hayan cambiado de trabajo numerosas veces.
Sin embargo, hay profesiones que se han mantenido en el tiempo con toda la evolución necesaria y que se mantienen firmes a través de los siglos, es el caso del cuidado de la salud de las personas cuyo responsable legal es el médico acreditado por las autoridades sanitarias del país.
Quien decide formarse como médico asume un proyecto de muy largo alcance, muchos años de estudios que en la mayoría de los casos incluye la carrera en sí más una especialidad.
Mientras otras profesiones pueden ingresar al campo laboral temprano en la primera juventud, la carrera de médico lleva a que en promedio se pueda ingresar al campo laboral pleno luego de los 30 años.
Pero más allá de las particularidades de cada profesión, la profesión médica es ejercida por personas, iguales que cualquier otra persona, con las mismas vicisitudes, similares virtudes, similares defectos, similares circunstancias que en ocasiones llevan a alterar el estado de ánimo, a sufrir como cualquiera, y al igual que cualquiera tentarse por algunas adicciones que le puedan calmar sus angustias cuando no encuentran el camino.
Por todo esto, el Colegio Médico del Uruguay ha creado un servicio denominado BIEN-PRO para dar auxilio a estos colegas para poderlos rescatar de esa circunstancia en bien de su persona, en bien de su familia, en bien de la profesión y en bien de los pacientes que le toca asistir.
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