Armando Guglielmone Instructor canino – Educador etólogo Representante ovejeros alemanes von schutzmann Contacto: 098 539 682.
Si hay una condición necesaria para trabajar con animales en general y con los perros en particular es la de tener paciencia, esta es necesaria para poder obtener buenos resultados ya que si no lo que lograremos es provocar un estrés innecesario en nuestro perro que nos dará resultados pobres y provocará en nosotros un desgaste mental importante e innecesario. Pero algo que he ido aprendiendo a lo largo de los años es que debemos tener un tipo de paciencia especial en reserva para poder recurrir a ella cuando las situaciones puedan querer hacernos perder el control y no dejarnos llevar por estas. Y no me refiero a que la puedan provocar los perros, no, me refiero a la que provocan las personas que como si tuvieran un don especial para fastidiar a los que andan con uno siempre tienen la frase correcta para inocular el veneno necesario en nosotros con aseveraciones dichas como si tuvieran fundamento científico. Hubo una época en la cual trataba de hacerle entender a esta clase de personas lo equivocado de su pensamiento, incluso algunas veces llegando a tener discusiones bastante intensas hasta que con el tiempo comprendí que así como respiro profundo cerrando los ojos cuando algún perro me pone a prueba para así fortalecer mi paciencia, con estas personas aprendí a escucharlas y tratar de no responderles y si tuviera que hacerlo lo hago en modo de: “tiene razón, disculpe”. Pondré como ejemplo los dos últimos episodios que tuve para que se entienda mejor el actuar de esta especie de… homo “sapiens”? Estando con una cachorra de labradora al lado de la entrada de una casa quinta esperando para cruzar la avenida llega en un auto una señora que al bajar para abrir el portón me mira con cara de susto diciéndome: “no me gustan los perros, aparte todos los perros muerden y después sabemos los problemas que podemos tener”, en un tono de amenaza solapada acompañada de una mirada inquisidora, así que recurrí a este otro tipo de paciencia que hay que tener y crucé la avenida sin más aunque con el fastidio obvio que provoca esto. Y hace muy poquito, en la vereda de un complejo de viviendas cercana a mi casa, dejé al perro con el que iba que se acercará a un árbol cercano al cordón para hacer pis cuando siento una voz decir: “que haga pis en el árbol de los vecinos nomás”, cuando miro veo a un posible jubilado no muy mayor apoyado en una reja baja y le respondo: “que haga pis en el árbol del ornato público”, para qué, empezó a decirme que estaba equivocado y que eso era privado entonces recurriendo una vez más a esta especial paciencia le digo: “disculpe, no va a volver a pasar, no voy a discutir con Ud.” Aun así mientras me alejaba seguía quejándose que los perros ensucian y esto y lo otro.
No creo que este tipo de personas lean el artículo pues supongo que donde sea que vean la palabra perro se alejan refunfuñando pero si sé que a muchos propietarios de perros les ha pasado y lo entienden. Por eso cuando me dicen que paciencia debo tener para adiestrar perros, no se imaginan la que hay que tener para soportar este tipo de personas, gran paciencia.
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