viernes 22 de noviembre, 2024
  • 8 am

¿Cómo ves a Salto?

Cecilia Eguiluz
Por

Cecilia Eguiluz

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Sol

Por Cecilia Eguiluz
Quizá les ha pasado que ésta pregunta del título se ha vuelto corriente en estos últimos tiempos, en cualquier charla entre salteños y en cualquier contexto. Es que existe una preocupación generalizada por el presente y el futuro de nuestro departamento.
A eso se suma que los números no ayudan, porque si bien se dice que ha bajado en algo el desempleo, seguimos siendo uno de los departamentos con mayores cifras de desempleados en todo el país. Tenemos alrededor de 27 asentamientos, con una composición social que, en gran parte, se encuentra por debajo de la línea de pobreza, 10.3% de acuerdo a los últimos informes, pero ya venimos con cifras de 2 dígitos desde el año 2006. Seguramente si se midiera la pobreza de acuerdo al NBI, o sea a las necesidades básicas insatisfechas, los números serían aún peores.
Por su parte, la actividad económica comercial ha mermado, el turismo y los sectores de servicio tuvieron un gran golpe con la pandemia y luego con la diferencia de precios con Argentina.
El sector productivo primario está también deprimido por el atraso cambiario que ya desde el mes de diciembre del año pasado venimos comentando en estas columnas.
Para sumarle a este análisis debemos decir que la clase media, se encuentra muy endeudada y parte de esa responsabilidad es del Estado que ha permitido que sean los privados quienes fijen las tasas de interés, muchas veces abusivas.
Esta suma de situaciones, que vemos a diario, hacen entender porque la gente se pregunta ¿y… cómo ves a Salto?
Es que existe una gran preocupación por los temas importantes que refieren al presente y al futuro de quienes vivimos en este departamento; a quienes aspiramos que nuestros hijos puedan vivir en un gran departamento, con oportunidades reales.
Pero enfrentada a esta realidad que describimos, existe otra realidad y es, creo yo, la que se empezó a visualizar con todos estos “líos” de CTM Salto Grande.
El conocimiento de partidas complementarias de 5 millones de dólares, cuando en nuestro departamento no hay inversiones públicas de envergadura. O saber que una sola persona puede retirarse antes de los 60 años con casi 700 mil dólares, mientras él mientras el Presidente de la República se disponía a inaugurar una obra que salió solo un millón de dólares. O por ejemplo, que cambiaron normas y ahora una persona por haber trabajado unos años allí puede retirarse con casi un millón de dólares o mantener su puesto que obtuvo políticamente. Ante toda esta información avasallante que implica hablar de millones de dólares y de muy poca gente, el público que estaba sumido en sus problemas, se detuvo un rato a pensar y preguntarse ¿qué está pasando?
Resulta que no hay plata para el reclamo de los ex-obreros de Salto Grande, no hay solución para las empresas del medio que están muriendo por inacción del Estado, pero hay plata para estas cosas.
Esta realidad paralela a la del “resto de los mortales”, salió a luz en un muy mal momento, y eso indignó a la gente. Los delegados de CTM, o sea Albisu, Irigoyen y Arcieri van a ser juzgados por su gestión al frente de este organismo. No vale argumentar “los demás hacían lo mismo”, o “siempre fue así”, porque se supone que vinieron a cambiar, no vale decir “no rendimos cuentas porque somos binacionales” porque esa postura es la que ha llevado a que la “propios y ajenos” empezaran a querer conocer más. La información que ha salido a cuenta gotas no está siendo desmentida por lo tanto, es confirmada.
Ahora CTM Salto Grande es un objeto de curiosidad no solo para quienes vivimos acá, sino para todo el País, en especial para Montevideo. Era un organismo sin gran visibilidad y fue puesto en el ojo del huracán por sus propios capitanes, quienes deberán hacerse responsables. Le pasaron además un problema al propio Presidente de la república que los designó. Seguiremos atentos para ver como salen de esta tormenta a la que fueron directamente, sin escuchar las advertencias de propios y extraños.