Escuchando
Por el Padre Martín Ponce De León
Aquella persona daba su testimonio y el mismo me resultaba a pasado de época.
Intentaba escuchar y aceptar una exposición que se realizaba desde una experiencia personal.
Intentaba pero no podía resignarme a escuchar y solamente escuchar.
Todo mi ser se revelaba contra lo que iba escuchando con la mayor atención posible.
Me resultaba una exposición que se había quedado en un tiempo donde lo importante era lo ritual.
Todos sabemos que la realidad ha cambiado muchísimo y que se debe responder a lo que hoy ella nos está reclamando.
No podemos continuar hoy brindando respuestas del ayer. Hoy son necesarias respuestas que respondan al hoy.
Sin lugar a dudas estamos inmersos en una sociedad donde el individualismo es notorio.
Cada uno vive encerrado en sí mismo o en ese mundo que ha construido para alejarse de la realidad.
Cada uno vive intentando solucionar su situación sin interesarse por las consecuencias que ello puede tener.
Cada uno vive sin ocuparse por esos muchos que van quedando al margen y son muy pocos los que se ocupan de ellos.
Se busca que lo que se haga tenga algún tipo de rédito aunque ello sea puntual o circunstancial.
Con el paso del tiempo son muchas las personas que se van degradando como tales sin que ello importe a otros muchos.
Nada de esto entraba en la propuesta que escuchaba ya que en ningún momento se hacía referencia a ello.
Tampoco se hacía referencia al para qué eran necesarias aquellas prácticas que se proponían.
Las prácticas, por más importantes que puedan ser, jamás son lo esencial y ello es lo verdaderamente importante.
La ayuda jamás puede transformarse en más importante que el para qué se ayuda.
Sucede que durante mucho tiempo hemos puesto a la ayuda como lo más importante y nos hemos quedado en ello porque tal cosa es lo más simple y sencillo.
Es así como hemos llegado a una instancia donde no tenemos respuestas ni lenguaje que responda a la realidad actual.
Hoy necesitamos tener una respuesta muy humana que diga de cercanía.
Ante la pérdida de humanidad debemos dar respuestas que nos ayuden a recuperar tal vivencia.
Necesitamos respuestas que digan que no estamos al margen sino que nos sabemos cercanos y en comunión.
Cercanía es la actitud fundamental que la realidad reclama y, desde ella, hacerla realidad para el mundo de hoy.
Más que prácticas necesitamos de cercanía y ella será nuestra mejor palabra que el hoy puede escuchar.
Cercanía sin esperar nada a cambio ya que de hacerlo no sería nuestra mejor palabra sino una ayuda que brindamos.
Cercanía donde ponemos lo que somos y brindamos nuestra escucha, nuestra buena voluntad y disponibilidad.
Es evidente que ello implica un cambio y como tal siempre genera resistencias que no deben modificar nuestra postura.