Por Gustavo Chiriff
Este fin de semana, el Frente Amplio realizará el VIII Congreso Extraordinario “Tabaré Vázquez”, Congreso que reunirá más de 1.500 compañeros y compañeras para definir lo que será el programa de gobierno 2025 – 2030 y proclamar las precandidaturas de cara a las lecciones internas de junio del 2024.
Un programa único, salido de una construcción colectiva donde participaron miles de compañeros y compañeras a lo largo y ancho del país, es una identidad propia del Frente Amplio, síntesis de militancia y compromiso con las causas populares.
Un programa que además recoge y plasma en propuestas, las reivindicaciones mas sentidas de nuestro pueblo, las necesidades que, en gran medida en estos últimos tres años y medio de gobierno de coalición de derecha, ha injustamente castigado a los trabajadores y a las clases sociales más vulnerables del Uruguay, en un claro beneficio de unos pocos, a los que el presidente Lacalle Pou definió como “los malla oro”.
Durante casi un año y medio, 32 unidades temáticas, coordinadas por la Comisión Nacional de Programa, elaboró y llevo a un documento, las propuestas que desde las bases y los sectores se propusieron, sumados a aportes que a lo largo de la discusión de estas bases programáticas se dieron en las instancias precongresales.
Ninguna otra fuerza política en Uruguay puede tener esta amplia participación democrática en la elaboración de su programa de gobierno, por el contrario, se reduce a propuestas de técnicos, que, entre cuatro paredes, realizan una propuesta diseñada en base a sus intereses de clase y con un fuerte componente de marketing en su difusión.
Un programa que, además, confronta y propone sobre dos proyectos de país, uno que es el que hoy nos gobierna, salido de la coalición de derecha, donde se agudizan las desigualdades, de retroceso democrático, sobre todo en derechos legítimamente adquiridos por nuestro pueblo a través de la lucha y la movilización, un proyecto hecho a la medida del gran capital, para seguir maximizando sus ganancias e ingresos, en un claro perjuicio a la clase trabajadora.
El proyecto de país que propone el Frente Amplio, es el de seguir profundizando en derechos ciudadanos, el de la distribución de la riqueza, el de la defensa de la soberanía, transformación productiva y profundización democrática.
Nuestro programa no son líneas prolijas, adecuadamente ordenadas y estéticamente bien presentadas, no son deseos, ni falsas promesas, son el compromiso y el desafío que una fuerza de izquierda asume ante su pueblo, para transformar la realidad del país, en beneficio de las grandes mayorías.
